El gol del Deportivo en el minuto 15 calentó un frío Riazor que vio como algunos de sus asientos permanecían vacíos. Quizá por la hora y la lluvia, algunos prefirieron seguir los pasos del equipo de Víctor Sánchez desde casa.

En el último partido en A Coruña, el nombre coreado fue el de Pedro Mosquera. Ayer, algunos hicieron cola en la Deportienda para hacerse con la camiseta que ha puesto a la venta el club por su renovación. Muchas veces el homenajeado es Lucas Pérez, gracias a sus tantos. Pero esta vez fue el turno del otro coruñés de la plantilla blanquiazul, Álex Bergantiños. Marcó el gol con el que se adelantó el conjunto local. Pero la felicidad se esfumó pronto. En las gradas se escuchaba un murmullo. Todos querían una victoria, la primera de 2016, pero el Betis intentó romper la ilusión deportivista con dos goles en la primera parte. Y a su vez hizo que se dejasen ver los pocos béticos que viajaron hasta Galicia.

El ambiente se siguió caldeando en el descanso, minutos antes del gran chaparrón. La kiss cam, habitual en los partidos de la NBA, llegó a Riazor por San Valentín. Dos parejas se besaron ante la atenta mirada del resto de aficionados. El premio, una cena.

Y de los besos, a los bailes. El de Fayçal Fajr tras el gol del empate. El francomarroquí culminó una jugada que iniciaron Luis Alberto y Lucas y se plantó en medio del campo para menear las caderas mientras el resto de jugadores se abrazaban a modo de celebración. Las tablas animaron a creer y ni los paraguas impidieron a los asistentes seguir el ritmo de "el que no baile, es un celtarra". Una canción que nunca falta. Aunque ayer se estrenó un nuevo hit que ya sonó la semana pasada en el Molinón. "Cuéntame, Celta de Vigo, cómo te ha ido en el Sánchez Pizjuán", por el partido del eterno rival en Copa del Rey. A continuación, todo fueron suspiros. El Deportivo rozó la victoria en multitud de ocasiones, lo que provocó que el empate supiese a poco.