Hace justo un año el Deportivo tenía 26 puntos a estas alturas de la competición, siete menos que los 33 que lleva ahora, y se acabó salvando con 35. Esta vez le harán falta algunos puntos más para cruzar con éxito la meta de la permanencia, pero afronta la recta final del campeonato en una privilegiada posición para cumplir el objetivo con cierta holgura y sin necesidad de tener que jugárselo todo en la última jornada, como ocurrió el curso pasado en el Camp Nou. De los clubes que iniciaron la campaña con la misma aspiración que el Dépor, la de evitar las tres últimas posiciones, solo Eibar y Betis están actualmente por encima en la clasificación de Primera.

Los siete rivales que marchan por debajo del Deportivo en la tabla cambiarían ahora mismo su situación por la del equipo coruñés pese al prolongado bache de resultados que atraviesa desde que empezó el año. Aún no ha ganado en 2016 y acumula doce partidos de Liga consecutivos sin sumar de tres en tres, pero su colchón sobre el descenso sigue siendo confortable. Con siete puntos sobre el antepenúltimo, uno más que tras jornada anterior, encara los últimos diez partidos con la tranquilidad de saber que con tres victorias la permanencia estará en el bolsillo, aunque para lograrlo podría bastarle con dos triunfos y algún empate más.

La mejoría en el juego del Deportivo en el partido del pasado sábado contra el Málaga no fue suficiente para amarrar, por fin, el primer triunfo blanquiazul en 2016. El equipo de Víctor Sánchez igualó dos marcadores adversos e incluso llegó a ponerse por delante tras el tanto de Lucas Pérez. Parecía que esta vez la victoria estaba en la mano, pero otro golpe de mala suerte, en este caso el autogol de Alejandro Arribas, hizo que volaran de Riazor otros dos puntos. Un resultado doloroso y que inicialmente supo a derrota por ese cruel desenlace, con el tanto en propia meta en el minuto 90, pero que una vez analizados los resultados de la jornada no fue tan malo. Por lo menos, permitió ampliar un poco más el margen del Dépor sobre los puestos de descenso, que era de seis puntos y ahora es de siete.

Precedente alentador

El equipo coruñés tratará de seguir sumando el próximo sábado (20.30 horas) en uno de los campos más difíciles de Primera, el Vicente Calderón. El Atlético de Madrid solo cedió puntos en cuatro de los trece encuentros ligueros que disputó como local esta temporada. Sin embargo, el precedente de la primera vuelta en Riazor, donde el Deportivo fue capaz de arañar un valioso empate contra el conjunto rojiblanco, es un motivo más para armarse de valor y aspirar a un resultado positivo en el estadio colchonero. Para conseguirlo será clave recuperar la solidez defensiva característica del Deportivo durante buena parte del campeonato. Ante el Málaga encajó los tres goles en jugadas balón parado -tras dos saques de esquina y una falta lejana- y esa fortaleza en la estrategia es, precisamente, una de las grandes cualidades del Atlético.

Otro dato alentador es el botín de puntos que el equipo coruñés se embolsó en la primera vuelta ante los diez rivales que le faltan. Fue un tramo de Liga que se le dio especialmente bien, ya que consiguió 14 puntos en esa fase del campeonato merced a tres victorias -frente a Celta (2-0), Las Palmas (0-2) y Eibar (2-0)- y cinco empates: Atlético (1-1), Levante (1-1), Sevilla (1-1), Barcelona (2-2) y Getafe (0-0). De esos últimos partidos previos al ecuador del campeonato, el Dépor solo perdió ante Villarreal (1-2) y Madrid (5-0).

Repetir esa serie tan positiva de resultados será muy complicado, pero el equipo coruñés no necesitará sumar otra vez 14 puntos en el tramo decisivo para sellar la permanencia. Incluso con la mitad, siete más, podría ser suficiente, porque tal y como está la pelea en la zona baja lo normal es que nadie que termine con 40 puntos corra peligro. El curso pasado le bastaron con nueve puntos en las últimas diez jornadas para acabar certificando, aunque con mucho sufrimiento, el objetivo de la salvación.