Luisinho, que tendrá que cumplir mañana un partido de sanción por acumulación de cartulinas amarillas, abandonó la sesión de ayer antes que el resto de sus compañeros por culpa de sus molestias en el tendón rotuliano derecho. Debido a que no podrá jugar frente a Las Palmas, el portugués optó por no forzar. También rebajó la intensidad el otro sancionado, Alejandro Arribas. El madrileño, con una herida leve en un dedo del pie, se retiró a los vestuarios poco después del lateral. Mañana cumplirá el primero de los tres encuentros de castigo a raíz de su expulsión en el derbi de Balaídos.