El protagonista del partido de ayer, aunque empezó sentado en el banquillo, no fue otro que Juan Carlos Valerón. Volvió a casa y lo hizo rodeado de cariño. Cuando la UD Las Palmas llegó el domingo a A Coruña, el de Arguineguín fue recibido por numerosos aficionados que estaban deseando volver a ver al mago en Riazor. Como homenaje, el minuto 21 fue para él. Dorsal que lleva en su camiseta. Todo el estadio se puso en pie para aplaudir durante 60 segundos consecutivos y cantar el "Valerón, Valerón" que durante trece temporadas sonaba de forma habitual. Hasta el que fue presidente de la entidad blanquiazul, Augusto César Lendoiro, se acercó al hotel de concentración para saludar al canario en su regreso a la que fue y, según dice él es, su casa.

"Vuelve un ídolo para el deportivismo", escribió Lucas Pérez en su Twitter poco antes del inicio del choque. Aunque el de Monelos no coincidiese con él en el equipo, sabe como aficionado lo importante que ha sido para el club. El reencuentro más esperado, no obstante, era con Manuel Pablo. Su amigo, casi hermano, fue citado por Víctor Sánchez para el partido y ambos pudieron saludarse sobre el campo. Solo el 21 se vistió de corto. Después del descanso, cuando corrió la banda como calentamiento, su nombre volvió a sonar con fuerza. Toda muestra de afecto era poca. "Las emociones están ahí, uno trata de estar tranquilo pero cuesta un poco. Ha sido muy especial", dijo el mago en zona mixta.

Para emotivo, el minuto 68. Quique Setién sentó a Nili para dar paso a Valerón. La afición empezó a impacientarse cuando Juan Carlos se puso la camiseta rosa, dispuesto a entrar en acción. El estadio entero se puso en pie para aplaudir al eterno 21, como dijo el speaker por megafonía.

Como premio, además del cariño, Valerón se llevó la victoria del templo deportivista. Con el pitido final, abrazó a sus excompañeros y se situó en el círculo central para dar las gracias. Imagen para el recuerdo, la única de ayer. Juan Domínguez, Luis Alberto y Manuel Pablo, entre muchos otros, le pidieron la camiseta. El mago venía preparado. "Traje unas cuentas porque sabía que tenía varias que cambiar, espero que todo el mundo se quedase contento", finalizó.