Después del parón, había ganas de fútbol. Hasta 23.317 espectadores llenaron Riazor. En sus asientos, una buena noticia, el anuncio de que el próximo domingo LA OPINIÓN ofrecerá a sus lectores el primer fascículo de la historia del Deportivo. Con motivo de los 110 años de historia del club coruñés, los hinchas blanquiazules podrán adquirir un coleccionable histórico que apareció en las pantallas del estadio herculino. Un aviso importante para la afición deportivista, que ayer protestó y disfrutó con la tercera jornada de Liga.

El primer uy de la noche llegó cuando no habían pasado ni diez minutos de juego. Fue gracias a un rápido Carles Gil que colgó un balón en el área que remató Florín Andone, pero que llegó a despejar Arrizabalaga. Ahí empezaron unos aplausos que poco duraron, pues el estadio enmudeció con la dura entrada de Raúl García a Joselu. En su estreno, el nuevo siete del Deportivo se vio obligado a retirarse tras el golpe recibido en la rodilla derecha, haciendo que los aficionados expresasen su enfado a través de silbidos y abucheos al jugador del Athletic. La bronca fue a más cuando armó la pierna y metió un golazo desde fuera del área. Inalcanzable para Lux. Doloroso para los blanquiazules, que vieron cómo Raúl García celebraba el gol poniéndose la mano en la oreja. Un gesto que la grada recordó durante todo el choque, dedicándole pitidos cada vez que tocaba el esférico.

En la segunda parte, el "échale huevos Dépor" anunciaba las ganas de remontada de la afición coruñesa, que se lamentó por las molestias de un Sidnei que pidió el cambio. Desde Tribuna Inferior, donde se encuentra su sitio de socio, no perdió detalle el alcalde Xulio Ferreiro. Fue uno de los deportivistas que vio los primeros pasos de Marlos Moreno en Riazor. Entró para sustituir a Gil y los presentes se entretuvieron viendo sus movimientos, aunque pocas oportunidades tuvo de lucirse. Pero fue una alegría que pisase el césped, de ahí la ovación de la grada cuando el speaker le dio la bienvenida.

Sin embargo, fue sobre todo un partido de enfados. Los hinchas blanquiazules volvieron a ponerse en contra de Raúl García, que seguía generando jugadas polémicas y que se llevó de regalo una sonora pitada cuando fue sentado en el banquillo. Se calentó la cosa en los últimos diez minutos y el Dépor se volcó en ataque. Y con él, la afición. Apretó todo lo que pudo y llegó un gol de Andone en dudoso fuera de juego. Primer cero en el casillero.