Una vez más, la cara de Gaizka Garitano era de decepción. El Deportivo fue superior pero el Alavés, tras un penalti, se llevó un triunfo que los coruñeses ansiaban. "Era un partido crucial y lo hemos perdido, es un momento muy duro", confesó sin rodeos.

En su análisis, el entrenador blanquiazul comentó que vio a los suyos mucho mejor en los primeros 45 minutos pero el gol desde los once metros les dejó tocados. "Creo que el primer tiempo hemos estado bien, con ocasiones para marcar pero no hemos hecho gol cuando hemos estado bien. En el segundo tiempo hemos estado peor, sobre todo a raíz del gol. Sabíamos que iba a ser un partido disputado y en ese penalti se ha decantado", resumió el vasco, quién agregó que el Alavés tuvo "oficio para aguantar el resultado y defender en el área". Sobre la pena máxima, sin embargo, no quiso hablar porque no había visto todavía la jugada repetida.

A pesar de la bofetada del gol, el entrenador intentó que su equipo "siguiese atacando" y dio entrada a Joselu, pero de nada sirvió.

No le tembló la voz a Garitano para asegurar que está "mal". "Es una situación difícil. El balón no quiere entrar. Es cierto que en el segundo tiempo no hemos estado tan bien y psicológicamente el gol nos ha hecho daño". Preguntando por la hipotética pérdida de confianza de Tino Fernández, señaló que sería normal porque "el entrenador siempre está cuestionado cuando no gana". También la afición protestó con una sonora pitada al final. Para Gaizka, "es lógico que la gente no esté contenta". "Tenemos muy pocos puntos y estamos inmersos en la lucha por salir del descenso. Toca levantarse", avisó. El entrenador blanquiazul finalizó diciendo que "en Leganés" tocará "jugar otra final".