Cuando se trata de imposibles, pocos saben de ellos mejor que el Deportivo, por más que esta tarde en Riazor (16.15 horas) reciban al protagonista de la mayor remontada en la historia de la Liga de Campeones. El Barcelona, para más señas. Si no fuera suficiente con recibir al poderosísimo conjunto azulgrana, el equipo de Pepe Mel tendrá que hacerlo ante un grupo eufórico por su triunfo ante el Paris Saint Germain y que no desea perder el paso en la Liga. Demasiados desafíos para los deportivistas, condicionados además por las bajas y la acumulación de partidos.

Será el cuarto partido en once días para los de Mel, que tendrá que armar una alineación sin los sancionados Mosquera y Andone, y el lesionado Guilherme. Al técnico no le quedará más remedio que oxigenar el once en el que ha confiado desde su llegada, recurriendo incluso a jugadores prácticamente inéditos para no descuidar tampoco el compromiso del domingo que viene ante el Celta por la amenaza de sanción que pesa sobre alguno de los importantes en sus planes.

El entrenador deportivista, sin embargo, apela a la ilusión para cuestionar a la lógica y comprometer el partido a los azulgrana. Pepe Mel se apoya en el rendimiento del equipo desde su llegada al banquillo. El Deportivo sigue invicto bajo su batuta y suma cinco puntos de nueve posibles, pero mantiene dudas futbolísticas. El madrileño argumenta que no ha tenido tiempo suficiente y que lo que manda en las circunstancias del equipo son los resultados y mejorar la autoestima. Lo ha conseguido, pero un resultado positivo ante el Barcelona esta tarde en el estadio de Riazor colocaría a los deportivistas ante un escenario inimaginable hace tan solo dos semanas.

Mel buscará la sorpresa con jugadores que apenas han tenido protagonismo en lo que va de temporada. Para el entrenador es una oportunidad de que reivindiquen. Así, estará Joselu como referencia en el ataque debido a la sanción de Andone. El delantero, llamado a suplir la ausencia de Lucas Pérez al comienzo de la temporada tan solo ha conseguido brillar en el partido del Santiago Bernabéu, en el que anotó dos goles. Desde entonces no ha vuelto a marcar y apenas ha tenido presencia en las alineaciones.

El Barcelona se presentará en Riazor tras su machada europea, pero sin Neymar, que padece unas molestias musculares, ni Rafinha, aquejado de unos problemas estomacales.