El Deportivo tiene el alcance de la mano lograr la permanencia este fin de semana. Una victoria ante el Espanyol el domingo en Riazor (18.30 horas) le daría matemáticamente la salvación, pero podría confirmar su continuidad en Primera División sin ni siquiera disputar ese encuentro. Todo dependerá de lo que ocurra entre el Sporting y la Unión Deportiva Las Palmas mañana en El Molinón.

Una derrota o un empate de los asturianos convertiría el partido del Deportivo contra el Espanyol en un simple trámite, porque los blanquiazules estarían matemáticamente salvados debido a los ocho puntos de ventaja que poseen actualmente sobre el Sporting. Puestos a elegir, en el vestuario coruñés prefieren sellar la permanencia mañana por la vía rápida sin esperar a su partido.

"Sinceramente, me quiero salvar el sábado a las tres de la tarde, porque la temporada está siendo muy dura, la afición está sufriendo y nosotros no queremos que sufra", reconoció ayer Juanfran sobre la posibilidad de que Las Palmas, sin ya nada prácticamente en juego, consiga puntuar en El Molinón.

El defensa deportivista prefiere que el equipo alcance de manera definitiva la tranquilidad que se le está resistiendo toda la temporada y pueda empezar a pensar en el futuro. "Honestamente te digo que me quiero salvar el sábado a las tres, por mucho que no quiero que le vaya mal a ningún compañero, ni del Sporting ni de ninguno. Me gustaría que estuviéramos tranquilos, que pudiéramos descansar y que se pueda empezar a pensar en el año que viene", insistió.

Juanfran subrayó que, aunque el resultado del Sporting confirme mañana la continuidad del Deportivo en Primera División, la ambición de la plantilla es conseguir una victoria ante el Espanyol con la que compensar a la afición por los sinsabores acumulados en las últimas semanas. "Eso sí, el domingo nos gustaría regalarle una victoria a la afición con la que celebremos la permanencia, pero cuanto antes mejor. Es fundamental para este club salvarse, y cuanto antes mejor", añadió.

El Sporting, mientras tanto, se centra en un encuentro en el que están depositadas buena parte de sus opciones de salvación. "En las últimas jornadas puede pasar de todo, yo soy el Deportivo y no me fiaría", señaló ayer su técnico, Rubi.