Eneko Bóveda Altube (Bilbao, 14 de diciembre de 1988) y Maksym Koval (Zaporiyia, Ucrania, 9 de diciembre de 1992) son los primeros refuerzos del Deportivo en este mercado de invierno. El primero, un lateral forjado en el Athletic de Bilbao y el segundo, un portero salido del Dinamo de Kiev. Y todavía falta uno, el que se supone que será la pieza angular de las incorporaciones para esta segunda vuelta de la Liga: un mediocentro.

El lateral diestro vizcaíno, consolidado durante su cesión al Eibar durante cuatro temporadas, llega con la carta de libertad tras rescindir su contrato con el Athletic, donde su aportación esta temporada se limitó a ocho partidos, seis de Liga y los dos restantes en la Liga Europa. El acuerdo inicial es por lo que falta de temporada y otras dos más, condicionadas a la continuidad del equipo blanquiazul en Primera División.

El guardameta ucraniano firmará hasta final de temporada, pero también condicionado a la permanencia del equipo, así como a su aportación en lo que falta de curso. Se trata de un portero que esta campaña apenas disputó más de una docena de partidos, pero que era considerado un avanzado en su época en categorías inferiores, etapa en la que fue el titular en la selección de su país. Sus maneras le hicieron ser meritorio para los técnicos del Arsenal, del Totenham e incluso para los del Barcelona. Sin embargo, la falta de presencia en el primer equipo del Dinamo le llevó a perder caché en el mercado, algo que quiere recuperar a base de partidos en el Deportivo a donde llega con 25 años recién cumplidos.

La incorporación del portero ucraniano y el lateral vasco abren la puerta de salida a uno de los tres guardametas de la plantilla, inicialmente a Tyton que necesita jugar si quiere acudir al Mundial, y también a Gerard Valentín, fichado este verano del Nàstic de Tarragona, que tiene diversas novias a pesar de no haber tenido apenas oportunidades con la camiseta blanquiazul desde su llegada.