Florin Andone aprovechó la recta final del entrenamiento de ayer para afinar la puntería, justo lo que le faltó el viernes ante el Espanyol para materializar alguna de las ocasiones que tuvo, la más clara un testarazo al larguero tras un gran servicio de Emre Çolak. Clarence Seedorf fue el encargado de servirle balones para que practicara la finalización, tanto con el pie como de cabeza. El holandés dedicó los últimos minutos de la sesión en Abegondo a realizar un trabajo individualizado con los dos futbolistas que jugaron en punta el viernes: Andone y Borja Valle, que sustituyó al rumano en el minuto 89.

Antes de machacarlos con centros para que remataran desde diferentes sectores del área sin más oposición que la de Przemyslaw Tyton bajo palos, Seedorf y el preparador físico, Julio Hernando, les lanzaron balones al aire con la mano para que practicaran el gesto técnico del golpeo de cabeza.

El holandés está muy satisfecho con el rendimiento del Deportivo frente al Espanyol. Su equipo hizo méritos de sobra para ganar, sobre todo en una segunda parte en la que acosó sin tregua la meta de Diego López. Más problemas tuvo el Dépor para combinar en la primera mitad, en la que apenas encontró vías libres para salir con el balón jugado desde atrás. Ayer, en Abegondo, Seedorf trató de ofrecer soluciones y aprovechó la parte final del entrenamiento para ajustar el inicio de las transiciones ofensivas con los defensas y los mediocentros que fueron titulares la pasada jornada.

El técnico quiere que entre el lateral -Juanfran desde la derecha o bien Luisinho desde la izquierda- y los dos pivotes -Guilherme y Mosquera- formen una especie de "triángulo", con el brasileño caído a banda por delante del carrilero y el coruñés haciendo de ancla por dentro. Una fórmula más para encontrar líneas de pase que permitan salir limpiamente con la pelota y así iniciar de una manera más efectiva los ataques sin tener que recurrir tantas veces a los balonazos en largo como en la primera parte frente al Espanyol.