Lastrado desde el comienzo del campeonato por su debilidad defensiva, el Deportivo nunca consiguió sacar el suficiente partido del potencial que se presuponía a sus jugadores de ataque. El sobreesfuerzo que representaba para los delanteros paliar los enormes problemas del equipo atrás nunca ha permitido comprobar el verdadero nivel que podían ofrecer los Andone, Lucas, Adrián, Bakkali, Cartabia o Carles Gil. Ha sido con la llegada de Clarence Seedorf al banquillo cuando el conjunto blanquiazul ha comenzado a corregir sus lagunas defensivas.

El holandés ha priorizado esa parcela y el equipo ha conseguido detener la sangría goleadora en contra. En tres partidos ha conseguido pasar de una media de más de dos goles por partido a encajar menos de uno. Los problemas, sin embargo, se han trasladado a la zona ofensiva.

El partido contra el Espanyol del viernes prolongó la sequía que atraviesan actualmente los deportivistas, que encadenan cuatro partidos sin marcar. Desde la llegada de Seedorf todavía no se ha conseguido marcar a pesar de que el holandés ha alineado de manera regular a Adrián, Lucas y Andone. La propuesta conservadora no ayuda, pero tampoco la falta de puntería que han exhibido los delanteros.

Unas veces ha sido la mala fortuna (se han encadenado cuatro palos en los últimos tres encuentros) y en otras que los jugadores de ataque no atraviesan por su mejor momento. Lucas falló un penalti después de una espléndida intervención de Diego López y Andone estrelló un servicio franco de Çolak en el larguero con todo a favor.

Presentes ahora de manera habitual en las alineaciones, en Getafe tratarán de solucionar los problemas ofensivos del equipo. Se dará además la circunstancia de que se cumplirá toda una vuelta completa desde que ambos consiguieron marcar en un mismo partido esta temporada. Ante el conjunto madrileño en Riazor fue la única ocasión en la que tanto Lucas como Andone consiguieron anotar, aunque por entonces no era habitual verlos juntos sobre el césped. Sus tantos sirvieron para que el equipo se llevara una victoria (2-1) necesaria que avivó el debate acerca de si representaban una opción compatible sobre el campo.

En aquella ocasión Andone partió desde el banquillo para anotar el gol de la victoria. Pepe Mel, por entonces al frente del equipo, no ocultó que su sistema preferido pasaba por alinear a dos delanteros, pero les dio pocas oportunidades juntos. Tampoco lo hizo Cristóbal Parralo, hasta que decidió cambiar su esquema fetiche para incluirlos en el once acuciado por los malos resultados.

Ha sido con la llegada de Seedorf cuando ambos se han convertido en fijos en las alineaciones, aunque la apuesta no ha venido acompañada de goles que ayuden a enderezar la trayectoria del equipo.

Lucas y Andone han coincido en seis de los siete últimos partidos (el rumano se perdió la visita a Anoeta por acumulación de tarjetas), pero solo han sumado dos goles. Ambos los marcó Andone (ante el Levante y el Valencia), que sin embargo no ha sido ajeno a la sequía que atraviesa el equipo. Encadena cuatro jornadas seguidas sin tantos después de una buena racha, mientras que Lucas no consigue ver puerta desde hace ya tres meses y medio, desde la visita a Málaga.