"A este equipo le está fallando el gol", lamentó el sábado Clarence Seedorf después del decepcionante empate contra la Unión Deportiva Las Palmas que prácticamente deja al equipo con pie y medio en Segunda División. "Tenemos que seguir nuestro camino esperando que nos acompañe un poco más la suerte de cara a gol", insistió el entrenador deportivista sobre la falta de puntería que volvieron a exhibir sus jugadores.

Tan solo un día antes, sin embargo, el holandés había restado importancia a la sequía que atraviesa el conjunto blanquiazul desde su llegada al banquillo. "Me preocuparía si no creáramos", reflexionó cuando el equipo contabilizaba tan solo un gol en seis partidos con él al frente.

La cifra es tan pobre que ni siquiera el que marcó Albentosa ante Las Palmas para rescatar un empate maquilla los registros desde que Seedorf se hizo cargo de la plantilla tras la destitución de Cristóbal Parralo.

Antes del aterrizaje del holandés el equipo promediaba un gol por partido, tanto con Mel (nueve encuentros) como con Cristóbal (trece). La tendencia se frenó en seco con el nuevo técnico, que priorizó la seguridad defensiva y redujo los mecanismos de juego de manera rudimentaria.

Aún así, el equipo ha continuado disfrutando de oportunidades y llegó a encadenar cinco lanzamientos a los palos en cuatro partidos. El sábado contra Las Palmas también las tuvo y contabilizó trece remates a portería. En unas ocasiones falló la puntería y en otras fue el portero quien frustró a los deportivistas. Chichizola evitó la victoria blanquiazul en los minutos finales con una gran intervención a remate de cabeza de Andone, el jugador que más disparos acumuló en el encuentro (3).

El empeño de los delanteros, sin embargo, no ha servido para mejorar las cifras goleadoras del equipo con Seedorf, que tras siete partidos suma tan solo dos tantos. Con Pepe Mel, al frente del equipo durante nueve jornadas, marcó diez; mientras que con Cristóbal, que dirigió al conjunto blanquiazul en trece compromisos, se consiguieron 14 goles.

El holandés defiende que bajo su batuta se ha conseguido frenar la sangría que acompañaba al equipo desde el comienzo del campeonato y ahora se encajan menos tantos, pero omite las carencias que ha evidenciado el juego deportivista en los partidos más recientes. Los desplazamientos en largo se han convertido en el recurso fetiche para generar ocasiones, de manera que las intervenciones de jugadores ofensivos se han reducido tanto como la cifra de goles.