El principal índice de la Bolsa española, el Ibex-35, subió ayer un 0,84%, hasta cerrar en los 8.875 puntos. El indicador que mide el comportamiento bursátil de las mayores empresas cotizadas españolas recuperó así niveles que no alcanzaba desde hace año y medio, en febrero de 2012. El retraso de una posible intervención militar de Estados Unidos en Siria, las noticias favorables sobre el crecimiento de China y la mejora de la posición española en el mercado de deuda pública explican el balance de la jornada de ayer en la Bolsa, mercado al que se suele atribuir la capacidad de anticipar señales sobre el inicio de las crisis y de las recuperaciones económicas.

El Ibex-35 avanzó favorecido por la buena jornada de una parte de los bancos. Los resultados más sobresalientes fueron los del Sabadell, que estrenó la cotización de las nuevas acciones fruto de la primera fase de su ampliación de capital y se revalorizó un 9,65%. Caixabank también se disparó un 6,35%. Telefónica avanzó un 0,82% coincidiendo con la presentación de su nueva estrategia comercial. El Ibex se anotó además la mayor subida entre las principales plazas europeas. Londres y París sólo lograron anotarse unas milésimas de ganancias y Francfort sumó un 0,6%.

Mientras, excepto la multinacional coruñesa Inditex, que cayó un 0,97%, el resto de los grandes valores del parqué madrileño subió: Iberdrola un 1,51%, BBVA un 1,32%, Banco Santander un 0,97%, Telefónica un 0,82% y Repsol un 0,35%.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española tocó mínimos de los dos últimos años al situarse en algunos momentos en los 240 puntos. Cerró en 249, por debajo del diferencial italiano (253). La mejoría española se explica en parte por el aumento de la rentabilidad que los inversores piden por comprar bonos de Alemania, de referencia para el cálculo de las primas de riesgo de los demás países. El interés exigido a los títulos de deuda española a diez años está en el 4,49%. Alemania paga el 2% por financiarse al mismo plazo.