Con el 25 de julio tan cerca y con los precedentes de otros ataques a maquinaria en las obras de autovías gallegas hace dos años, todo apunta a que el grupo independentista Resistencia Galega está detrás del ataque que ayer de madrugada calcinó dos camiones en la construcción de la autovía Brión-Noia, en el concello de Rois.

Los dos vehículos quedaron totalmente calcinados a consecuencia de las llamas provocadas por artefactos incendiarios colocados debajo de los camiones. Los radicales colocaron mecanismos caseros formados por gasolina y botes de spray para facilitar la combustión. El sabotaje pudo ser peor: otros dos camiones no llegaron a arder gracias a que falló el dispositivo y a la intervención de un trabajador de la empresa que dormía cerca, en Urdilde, y utilizó un extintor antes de que llegaran los servicios de emergencia.

A las 03.23, Luis Vidal, el vecino de la aldea de Martelo más próximo al incendio, llamó al 112. Hasta el lugar en la parroquia de Ermedelo -a 21 kilómetros de Santiago y a 13 de Noia- acudieron bomberos de Santiago, el Grumir de Brión, una motobomba del propio concello de Rois y la Guardia Civil. A pesar de las varias explosiones de los neumáticos, todo fue bastante rápido y a las 04.03 se dieron por acabados los trabajos de extinción. A las cuatro y media, según la familia Vidal, ya no quedaba nadie en el lugar del suceso. Ya de mañana, la Policía Judicial acudió al lugar a recoger pruebas. Aunque el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, se limitó a decir que las fuerzas de seguridad abrieron una investigación y que es pronto para fijar la autoría, las fuerzas de seguridad manejan la hipótesis de Resistencia Galega, grupo independentista que está detrás de numerosas acciones violentas en los últimos años. De hecho, los agentes preguntaron a los vecinos si habían localizado octavillas en el lugar, forma habitual del grupo de reivindicar sus actos.

Los dos camiones Mercedes recién comprados pertenecían a la empresa Excavaciones Expano, una subcontrata de la UTE formada por Ferrovial y Taboada y Ramos con sede en el municipio arousano de Meis, que cifró los daños en 240.000 euros.

Los vehículos fueron cargados ayer al mediodía en dos enormes remolques de la empresa, que prosiguió sin problemas con los trabajos de desmonte de la autovía.