La firma Obra Romana de Peregrinaciones (OPR), considerada como la agencia de viajes de El Vaticano, inauguró ayer una línea de vuelos celestiales hasta el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela, como parte de su iniciativa de conectar los principales lugares de peregrinación católica del mundo.

Unos 140 pasajeros, en su mayoría italianos y un grupo de polacos, llegaron a la capital gallega a bordo de una avión de la aerolínea italiana Mistral Air, fletada por Obra Romana de Peregrinaciones para este vuelo que se establecerá con carácter regular a partir de la próxima primavera, coincidiendo con la celebración del año Xacobeo, y seguirá operativo hasta el otoño del año que viene.

El administrador delegado de la compañía vaticana de peregrinaciones, Cesare Atuire, indicó que su intención es establecer "dos o tres vuelos por semana", aunque dependiendo de las reservas podría aumentar y, en caso de que haya muchos peregrinos, podría prolongarlos hasta finales del año próximo.

"Tenemos el deber de ayudar al peregrino para que pueda vivir una experiencia que le ayude a crecer espiritualmente y no se trata de ambiciones turísticas de la Iglesia católica", comentó Atuire.

"No hay que ser católico para viajar con nosotros, hay que ser un ser humano de buena voluntad", manifestó el padre Atuire, quien llegó a Santiago de Compostela para inaugurar también una oficina de esa agencia de viajes del Vaticano, que ya organiza desde hace dos años ese tipo de peregrinaciones aéreas desde Roma a Jerusalén, Lourdes y Fátima, además de "a Turquía para seguir las huellas de San Pablo", dijo.

La ambición de la compañía vaticana es conectar esas rutas con otras como Medjugorge (Croacia), el monasterio de Jasna Gora en Cwestochawa (Polonia) o el santuario de la Virgen de Guadalupe, en México.

Unos 200.000 pasajeros viajaron el año pasado con la agencia OPR, que fleta vuelos a otras compañías regulares, según indicó Atuire, quien rechazó, sin embargo, que eso suponga una intención de la Iglesia de apuntarse al negocio del turismo.

"Somos una organización especializada en llevar a peregrinos hacia los lugares santos y buscamos los mejores servicios para que los peregrinos puedan viajar bien, por tanto no es que estemos haciendo una compañía aérea, sino que estamos buscando servicios y trabajamos con las compañías que están disponibles", dijo.

Preguntado acerca los proyectos de la Iglesia compostelana de reformar el monasterio San Martín Pinario para convertirlo en un hotel, además de otras iniciativas dirigidas al turismo, Atuire subrayó la necesidad de "distinguir" en la jerarquía católica ya que "cada iglesia local tiene su organización y su gestión, y esto no depende del Vaticano", precisó.

Como principio de carácter general, señaló que "cada iglesia local que tiene muchos peregrinos", como es el caso de Santiago de Compostela, "tiene el deber de acogerlos" y de proporcionales una "buena acogida", lo que consideró que no supone entrar en competencia con los establecimientos locales de hostelería.

La Obra Romana de Peregrinaciones inauguró además una oficina en un edificio situado en los alrededores de la catedral de Compostela en presencia del arzobispo compostelano, Julián Barrio, y el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, destinada a "promover y facilitar información sobre las grandes vías de peregrinación mundial que atraviesan Europa para llegar a Santiago, Roma y Jerusalén".

El responsable de Obra Romana de Peregrinaciones aseguró que la instauración de esos vuelos de peregrinaje en Santiago de Compostela y Lourdes obedece a que "no hay compañías de línea" y sugirió que no pretende hace competencia.

Sin embargo, la aerolínea Ryanair, que tiene desde hace varios años un vuelo regular semanal entre Santiago de Compostela y Roma no lo interpretó así.

Hace dos años, al enterarse de los planes de Obra Romana de Peregrinaciones de operar vuelos en esa ruta, en un comunicado indicó que "Ryanair ya hace milagros que ni el jefe del Papa puede rivalizar, ofreciéndole viajes a los peregrinos a Santiago de Compostela por el divino precio de 10 euros".

La compañía irlandesa de vuelos de bajo coste se caracteriza por sus polémicas campañas de publicidad, en las que ha utilizado la imagen del presidente francés Nicolas Sarkozy e incluso de la reina Sofía.