"La situación no es alarmante, pero sí preocupante". Así ha resumido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el estado de sequía que vive Galicia, antes de avanzar un plan basado en "la prevención", el uso "racional y eficiente" del agua, y la "concienciación" ciudadana, para "garantizar" el abastecimiento este verano.

Tras el Consello de la Xunta, Núñez Feijóo ha explicado que su Gobierno decidió diseñar este plan, que incluye diversas medidas y un decálogo de buenas prácticas, para luchar contra los efectos de la primavera "más cálida y seca" desde 1961.

La situación no supone un "riesgo inmediato" de desabastecimiento ni se prevé que los grandes sistemas "tengan problemas", pero, aún así, se ha activado "un seguimiento especial" de la situación de la cuenca Galicia-Costa a través de los 47 puntos de control que Augas de Galicia tiene situados en los ríos y embalses de competencia autonómica.

Además, de forma preventiva, se modificará el régimen de caudales ecológicos de los embalses de abastecimiento, "ajustando" el caudal de salida al natural del río, "de forma compatible" con la vida piscícola. También se intensificará la atención sobre las redes de medición automática de los caudales de los rós, así como la vigilancia de la explotación de los embalses de abastecimiento.

Del mismo modo, se comunicará la situación de sequía de modo oficial a las entidades suministradoras, al ser las que "mejor" conocen las particularidades de cada sistema de abastecimiento. Se les trasladará también los datos de aforos de los cursos de agua entrantes en los embalses, de forma que puedan adoptar las decisiones adecuadas en su explotación para garantizar los recursos.

Concienciación ciudadana

Junto con las medidas preventivas, el Ejecutivo autonómico realizará campañas informativas y propone un decálogo de "buenas prácticas" en el uso del agua, tanto para usuarios domésticos como agrícolas.

Entre las propuestas de este decálogo, la administración autonómica incluye sencillas recomendaciones como cerrar bien el grifo, optar por la ducha en lugar de por el baño, utilizar la lavadora cuando esté a plena carga y arreglar los grifos que goteen. "Diez gotas por minuto supone 170 litros de agua perdida al mes", ejemplifica.

Además, en el caso de los regadíos se insta a ajustar el volumen de agua a las necesidades "reales"; atajar las pérdidas por sistemas "obsoletos y deteriorados" y respetar las franjas horarias "óptimas" para el riego, entre otras propuestas de acción.

Plan de Protección Civil

Finalmente, si aún aplicando estas medidas se llegase a constatar que la tendencia del recurso es "preocupante", se podría activaría el Plan de Protección Civil frente a situaciones de sequía para coordinar a todas las administraciones implicadas en el suministro de agua potable y garantizar sus condiciones sanitarias.

Dicho plan se constituiría en caso de activarse la comisión gallega para situaciones de sequía, cuya función sería hacer un seguimiento "coordinado" de la situación, así como desarrollar las actuaciones que sean "necesarias" para la "mejor" aplicación y distribución de recursos posible.

En todo caso, la gravedad de la situación se graduaría según los días de reserva del recurso en cada sistema de abastecimiento. Con una alerta de primer grado cuando las reservas fuesen de 40 días, de segundo grado con reservas para 15 días y de tercer grado o roja, con reservas para cinco días.

Para situaciones "extremas", el plan recoge varias actuaciones como proporcionar agua embotellada y mediante cisternas a la población, realizar obras de infraestructura hidráulica de urgencia, que permitan disponer de agua para abastecimiento, y priorizar el uso de abastecimiento en el recurso hídrico.