En la próxima operación salida, los conductores podrán pisar más el acelerador. El Gobierno decidió ayer dar marcha atrás al límite de 110 kilómetros por hora en autovías y autopistas y volver al 120 a partir del 1 de julio. El alcance de la medida en Galicia desde que el pasado 7 de marzo fueron cambiadas más de 800 señales en las carreteras de la comunidad fue doble: menos accidentes y menos multas. En los últimos cuatro meses, las sanciones por exceso de velocidad cayeron entre un 25 y un 30% en las autopistas y autovías gallegas y los siniestros mortales en torno a un 17%, según destacó ayer el jefe de Tráfico en A Coruña y coordinador de los centros territoriales de Galicia, Pedro Pastor del Castillo.

Aunque son tan solo diez kilómetros de diferencia, la limitación a 110 km/h enfrentó no solo a partidos políticos, sino también a los conductores, que demandaban al Gobierno que recuperase el límite a 120, y a las víctimas de tráfico, que confiaban en que se impusiera el 110. De lo contrario, el número de accidentes en carretera, según advierten los colectivos de víctimas de tráfico, volverán a dispararse.

"En estos meses se generó una situación de estrés al volante, porque los conductores tenían que estar más atentos al velocímetro que a la carretera", advierte el presidente de la Automovilistas Europeos Asociados (AEA), colectivo que el pasado día 15 formalizó ante el Tribunal Supremo un recurso contra la limitación a 110 en autopistas y autovías. En contra del balance positivo que hace el Ejecutivo central sobre el ahorro energético que supuso la nueva limitación durante estos últimos cuatro meses -unos 450 millones-, las asociaciones de automovilistas aseguran que no se logró el objetivo que se había marcado el Gobierno: reducir el consumo de combustible en un 15% cada mes. En marzo, el ahorro apenas llegó al 8%, según destaca Arnaldo, y en abril se quedó por debajo de este porcentaje.

El sector de las gasolineras en Galicia coincide con los conductores en que el ahorro en combustible ha sido "mínimo" con la limitación a 110, según apunta el presidente de la Asociación de Gasolineras de A Coruña, José Luis Pernas. En los talleres, tampoco han notado una caída de la demanda por la nueva limitación. El parón ya viene de atrás: "Se arrastra desde la crisis. Cualquier reparación o revisión del coche se va aplazando", apunta el presidente de la Asociación de Talleres de A Coruña, Miguel Marcote.

Sobre la disminución de las sanciones detectadas por los radares fijos en autopistas y autovías a la que alude Tráfico, el presidente de AEA advierte de que detrás de esta reducción está la "inoperatividad" de la mitad de los cinemómetros instalados en la red viaria y el hecho de que el margen de error no se ha ajustado a la nueva limitación. "No he visto ninguna denuncia inferior a 130 kilómetros hora, cuando el radar debería saltar a los 116", justifica Arnaldo.

Ajenas a las cifras económicas, las asociaciones de víctimas de tráfico defienden el límite a 110. "No por unos meses, sino de forma permanente", reivindica Jeanne Picard, presidenta de Stop Accidentes en Galicia. "Nos molestan los argumentos absurdos de aquellos que dicen que el límite a 110 supone una pérdida de tiempo en carretera. ¿No se dan cuentan de que lo que se puede perder es la vida por circular a más velocidad?", cuestiona. "Las carreteras -añade Picard- no están diseñadas para correr, sino para ofrecer una mayor seguridad. El binomio velocidad y seguridad no existe".