A la Cidade da Cultura le salen nuevos competidores. En el norte peninsular aparte del Gaiás en Compostela, el Guggenheim en Bilbao y el Niemeyer en Avilés, en verano de 2014 entrará también en funcionamiento el Centro de Arte Botín en Santander. El edificio de la Fundación Botín diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano es un nuevo espacio dedicado al arte y a la cultura que pretende convertirse en un punto de referencia de la ciudad y potenciar la cornisa cantábrica como uno de los ejes culturales más importantes de Europa.

El macrocomplejo del Gaiás comenzó a gestarse en 1999 con Manuel Fraga como presidente la Xunta y en el actualidad quedan todavía dos edificios sin construir. Las infraestructuras pendientes tendrán que seguir esperando porque los recortes del Gobierno gallego debido a la crisis económica han afectado de lleno a estas obras. Tras una década de trabajo, los visitantes ya pueden disfrutar desde principios de año del Arquivo y la Biblioteca, desde noviembre del Museo de Galicia -aunque vacío- y la construcción del Centro da Música e das Artes Escénicas se retomará en dos años, justo en la fecha que la organización que preside Emilio Botín tiene previsto abrir al público su nuevo proyecto. En la actualidad, la Cidade da Cultura ultima los detalles para la inauguración de su museo en noviembre, que en principio abrirá vacío a la espera de la exposición entre el arte gallego y la piedra prevista para el año que viene,

Como ya manifestó el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, cuando se puso en marcha el pasado marzo el Niemeyer asturiano, los complejos culturales que actualmente existen en el norte más que una competencia se "complementan" e incluso propuso que se podría crear "una ruta de grandes infraestructuras culturales" coordinando acciones con los proyectos que "se puedan hacer en común". Respecto al centro de Arte Botín, desde el departamento autonómico señalan ahora que podría sumarse a esta red y que el nuevo edificio aumentaría las posibilidades de atraer turismo cultural a esta zona con visitantes procedentes de Japón, China o Estados Unidos. Además, destacan que los amantes de la arquitectura que estén valorando la idea de visitar Santiago para conocer la obra del arquitecto Peter Eisenman "contarán con más argumentos para elegir Galicia como destino al poder descubrir los trabajos de Oscar Niemeyer o Renzo Pianno en su viaje".

El periodo de construcción es muy dispar entre los diferentes complejos si se compara la década que ya ha pasado desde que se colocó la primera piedra del proyecto diseñado por Eisenman con los cinco años que tardó en construirse el Guggenheim de Bilbao (de 1992 a 1997) o los tres años de Niemeyer (de 2008 a 2011). En el caso del nuevo centro de Santander, si se cumplen los plazos anunciados y las obras terminan en el 2014, será una realidad también en tan solo tres años.

Las diferencias son todavía mayores si se tiene en cuenta las dimensiones y el coste de las anteriores iniciativas. La Cidade da Cultura ha consumido desde 1999 más de 470 millones, mientras que en las instalaciones de Avilés se invirtieron 42 millones de euros con la urbanización ya concluida. La Fundación Botín cuenta con un presupuesto de unos 62 millones para el centro de arte que se levantará en un terreno de titularidad pública.

El objetivo es que la entidad lo gestione en un régimen de concesión durante un máximo de 52 años, para lo cual ya se ha comprometido a invertir otros siete millones anuales para asegurar "una programación artística de primer nivel". El edificio estará ubicado en el puerto de Albareda, enfrente de los Jardines de Pereda, un área destinada como aparcamiento de la Estación Marítima. Un factor clave que tuvo en cuenta Renzo Piano a la hora de diseñar esta infraestructura ha sido su integración en el paisaje urbano de Santander y su bahía. Constará de dos edificios -el Ala Este y el Ala Oeste-, conectados por la Plaza de Arriba. Ambos estarán suspendidos a cuatro metros y medio del suelo y sostenidos, cada uno, por cuatro columnas de acero, lo que permite un acceso directo desde el casco histórico de la ciudad al mar.

El Ala Oeste tendrá una superficie de 2.500 metros destinados a exposiciones distribuidas en dos niveles. Piano creó el tejado con cuatro capas diferentes con el fin de controlar la entrada directa del sol en el interior de la galería y asegurarse de que cumple con los requisitos de conservación de las obras de arte. Debajo del edificio del Ala Oeste, se situará otro pequeño acristalado que acogerá la entrada principal al centro de Arte Botín, además de un restaurante y una tienda. Habrá también zonas multifuncionales, un auditorio para conferencias, conciertos, ciclos de cine y eventos, además de un espacio multiusos de 300 asientos retráctiles.