Un último esfuerzo para decir Nunca Máis a Feijóo" mañana, 21-0. Así se despidió de su primera campaña electoral Francisco Jorquera en Vigo, ante un pabellón con más de mil fieles arropando al estrenado líder nacionalista en estas autonómicas. Mientras el público coreaba las siglas "Be-ne-ga!", "Be-ne-ga!" y algún que otro tímido "Pre-si-den-te!" "Pre-si-den-te", el cabeza de lista nacionalista se comprometió a firmar "un nuevo contrato con la ciudadanía", aludiendo al que "rompieron" los populares. "No defraudaré a las víctimas del PP", gritó Jorquera, quien consideró como víctimas a "jóvenes en paro, pensionistas, mujeres, autónomos, pequeños y medianos empresarios, comerciantes o marineros". Todos aquellos, según Jorquera, que si votaron al PP algún día, deben "sumarse al cambio del BNG" tras la "traición" de Feijóo.

"Gobernaremos para una mayoría social y no al servicio de una minoría de poderosos, como hace el PP", apuntó Jorquera en el mitin de cierre con la voz al límite de la afonía. Tras su paso por el Congreso, el político ferrolano se juega mucho mañana: estrenarse, siendo el nuevo rostro de unas siglas históricas en un momento en que el partido se recupera del proceso de escisiones. Energía, honestidad y ganas, desprende en su discurso, además de un profundo conocimiento de todas las coordenadas de Galicia también por vínculos familiares, de norte a sur, y la experiencia de defender a su comunidad en Madrid. "En Vigo hay que ser del Celta, en A Coruña del Dépor y en Santiago del Compos, pero, ante todo y por encima de todo, hay que ser gallegos", animó Jorquera, para derivar en el símil de la victoria electoral. "Mañana (por hoy) el Celta tiene que ganar al Madrid y el 21-0 tenemos que ganar a Madrid votando BNG", arengó a la masa. Insistió Jorquera en desbancar mañana a los populares del poder para frenar así los recortes "porque Feijóo es el caos y un mentiroso compulsivo", estrategia de ataque al mayoritario porque ahí estará la clave para olvidar absolutas y entrar en el terreno de los pactos. Las encuestas vaticinan una caída del BNG, que parte de 12 escaños. Si caerá y cuánto es difícil de cuantificar porque todo apunta a que la coalición EU-Anova (Alternativa Galega de Esquerdas) con Beiras como líder parte con fuerza y los sondeos también hablan de un posible descenso del PSdeG. El aguante del Bloque se medirá en función de lo que resista (en número de diputados) en esta marejada de fuerzas que sobreviven separadas a escisiones y todas ellas tratan de hundir la mayoría del PP.

Para ello, Jorquera aspira a concentrar el voto "nacionalista, galleguista y de izquierdas" para atender ese "deseo de cambio" de la sociedad, "aunque el PP trate de desmovilizar y dividir". "No os quedéis en casa", concluyó.

Un proyecto "con el alma en Galicia"

"Tenemos un proyecto con el alma en Galicia y el alma no se la vendemos a nadie". Carme Adán, número dos por Pontevedra, hizo un discurso directo a las emociones: "Son tiempos difíciles que exigen más que palabras". Por ello, Adán avaló el proyecto del BNG, un proyecto propio, de país, que lleva por bandera "la insumisión a los recortes" y la exigencia de más autogobierno. "Debe de ser un punto de no retorno a las políticas acomplejadas y sumisas del Partido Popular", afirmó para llamar a las urnas. "Nuestra fuerza es como el agua, como nuestra ría de Vigo, que con insistencia rompe la piedra de las injusticias que amenazan a Galicia", pronunció. Carlos Aymerich, cabeza de lista por Pontevedra, enfatizó que el PP "ha declarado la guerra a Galicia"; "la derecha gobierna dividiendo y quiere ganar dividiendo el voto".

Vázquez acusa a Feijóo de "no mover el culo"

En el cierre de campaña, el BNG no dirigió todos sus dardos hacia el PP. Guillerme Vázquez, portavoz nacional del BNG, pidió el voto porque, en su partido, "podemos mirar a los ojos a los electores". En alusión a la coalición electoral formada para el 21-O por Esquerda Unida y Anova (formación liderada por Xosé Manuel Beiras), Vázquez dijo que el BNG "no es un invento electoral para luego desaparecer". En cuanto al futuro del sector naval, Guillerme Vázquez llevó las palabras de Feijóo ("Navantia no mueve el culo", dijo hace unos días en un mitin en Ferrol) a su propio terreno y espetó: "Rajoy no mueve el culo y en Vigo no se hacen barcos porque no lo movió ni Zapatero, ni Feijóo, ni Rajoy para levantar el veto al tax lease".