Cuando el eterno presidente ourensano José Luis Baltar Pumar enfilaba la puerta de salida de la Diputación ourensana y su hijo José Manuel acariciaba ya el sillón de mando, Olga Mojón dio un golpe sobre la mesa. La primera mujer del vástago lanzó un órdago al progenitor en enero de 2012. Pero lo perdió. La exnuera del expresidente provincial, licenciada en Historia del Arte, "una técnica" como se definió ante el fiscal para desmarcarse de las investigaciones previas al proceso judicial, es la directora del ruinoso Teatro Principal desde el año 1996. Días antes de que el extitular de la Diputación dejara el cargo trató de incrementar su salario. Recibió un no por respuesta. Dos años y medio antes del aumento frustrado, Olga Mojón puso su firma a un informe que contribuyó a la recepción de contratados en el proceso presuntamente irregular. La directora del Teatro, donde se programaban espectáculos con un desfase de hasta 30.000 euros entre ingresos y gastos, realizó "una descripción detallada de necesidades" en dicho documento para solicitar 16 operarios, aunque finalmente fueron nueve los contratados.