La reforma local de Hacienda ha hecho tambalear los cimientos de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El órgano que representa a los ayuntamientos de todos los colores políticos se quedó ayer sin representación por parte de PSOE e IU, que plantaron la reunión de la ejecutiva por su desacuerdo con la ley y por entender que el organismo presidido por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna (PP), ha perdido su "legitimidad" al no rechazar la reforma local y actuar como "mera comparsa de los planes del PP de desposeer a los ayuntamientos de su capacidad para prestar servicios" a la ciudadanía.

La versión definitiva de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local , aprobada el viernes por el Consejo de Ministros, rompe la voz única del municipalismo que durante el último año y medio se pronunció en contra de la vulneración de la autonomía local y rechazó de plano el protagonismo que Hacienda se proponía dar a las diputaciones. Los alcaldes del PP se quedaron ayer solos en la junta de gobierno de la FEMP, convocada para analizar la reforma local aprobada hace cinco días por el Gobierno.

Mientras para los regidores populares supone un "avance" respecto a las versiones anteriores, para los socialistas supone la privatización de los servicios que prestan los municipios. "No solo no va a ahorrar ni un céntimo, sino que saldrá inmensamente cara", advirtió ayer el vicepresidente de la FEMP, Abel Caballero. El también alcalde de Vigo advirtió de que con la nueva ley, cuando un municipio incumpla el déficit, o la deuda supere el techo de gasto, tendrá que presentar un plan económico-financiero coordinado con la diputación y tendrá que proponer una fusión con un ayuntamiento limítrofe. "No me imagino A Coruña proponiendo la fusión con Culleredo; este disparate lo dice la ley", apuntó Caballero durante un acto en Vigo en el que estuvo acompañado por el secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, quien anunció que los socialistas presentarán una "enmienda a la totalidad" a la reforma local si no se cambia y se comienza a hacer "desde cero".

Desde Madrid, el presidente de la FEMP apeló a la "unidad" ya que este proceso de reforma, según dijo al término de la reunión de la ejecutiva, requiere "insistencia y tesón". A la espera de conocer en detalle el texto definitivo de la nueva ley, Íñigo de la Serna dejó entrever con sus declaraciones que el Gobierno central se propone que el traspaso de servicios a las diputaciones en aquellos municipios de menos de 20.000 habitantes con déficit sea obligatorio. En el caso de Galicia, el 93% de los concellos está por debajo de esa franja de población y verían amenazadas sus competencias de no cerrar el año con superávit.

El también alcalde de Santander urgió a Hacienda que esa cesión de servicios municipales se haga "con el visto bueno de los ayuntamientos" y que no sea "determinado únicamente por la diputación".

En la que definió como una "valoración provisional" de la reforma local, De la Serna la consideró un avance en lo que a la eliminación de competencias impropias de los ayuntamientos se refiere, en alusión al traspaso de los gastos de sanidad y educación a las comunidades autónomas.

Tras aplaudir la eliminación de uno de los aspectos más polémicos de la ley -el llamado coste estándar-, De la Serna se mostró confiado en que la nueva denominación de coste efectivo no acarree "riesgo" alguno de "pérdida de competencias" para aquellos municipios que no se ajusten a esa cuantía. "El coste efectivo -apuntó- es un elemento que incrementa la transparencia en la gestión pública y no supone vulneración alguna de la autonomía local". El presidente de la FEMP también se refirió a la fusión de ayuntamientos y reiteró -pese a las advertencias de ayer del PSOE- de que no será forzosa sino de carácter voluntario.