No solo las empresas de recogida de aceite usado que actúan de manera fraudulenta en Galicia están en el punto de mira. Los hosteleros también. Y es que los propietarios de bares y restaurantes tienen la obligación de justificar los pagos que les hacen las compañías o particulares que retiran los residuos que generan en sus cocinas. Sin embargo, son pocas las empresas en la comunidad que entregan facturas por las toneladas de aceite vegetal usado que recogen. Las multas por no realizar correctamente el proceso de reciclaje de aceite usado puede acarrear a los hosteleros el desembolso de casi 2 millones de euros.

Las sanciones leves para los propietarios de bares o restaurantes con el proceso de recogida de residuos de aceites vegetales usados son de 900 euros. Pero las graves van de los 45.000 euros hasta 1,7 millones de euros.

En la actualidad, la ley exige a los hosteleros y a cualquier cocina o industria que genere aceite vegetal usado la contratación de una empresa gestora que se encargue del reciclaje de estos residuos. Por su parte, las empresas gestoras deben cumplir la normativa medioambiental y de subproductos alimentarios.

La proliferación de empresas dedicadas a la recogida de residuos de aceites vegetales en Galicia comenzó hace cuatro años. Desde entonces, compañías, autónomos o particulares sin ningún tipo de alta de actividad comercial se ofrecen a bares y restaurantes en la comunidad para recoger el aceite que desechan en sus cocinas. Según advierten desde el sector, las empresas o particulares que se dedican al negocio del reciclaje de residuos vegetales y que carecen de autorización para hacerlo, recomiendan al hostelero que consigan un contrato con un gestor de residuos "legal". El propietario acaba solicitando ese contrato y demás documentación obligatoria, pero el gestor legal no vuelve a tener noticias del hostelero.