La Xunta incluyó en los presupuestos para este año 2014 el propio plan de viabilidad de la Sociedade Galega de Medio Ambiente (Sogama) e hizo suya su previsión de que terminaría el ejercicio de 2013 con unas pérdidas de cuatro millones de euros, concretamente 4.066.781,99 euros. Esta previsión de millonarios números rojos de la planta de reciclaje de basura fue lo que amparó la decisión del Gobierno gallego de subir el canon por el tratamiento de residuos este año en un 33,4%, y pasar de 61,5 a 82,10 euros por tonelada (IVA incluido).

Los cuatro millones de pérdidas que se preveían al cerrar el ejercicio pasado, sin embargo, y según las cuentas presentadas en el registro por Sogama, no llegaron al final ni al millón de euros. Se quedaron en 614.037,41 euros, es decir, un 84,90% menos de caída de beneficios de lo que preveía tanto la sociedad semipública como la Xunta (en el acta de la junta de accionistas, por error, aparecen esos 614.037 sin signo negativo ni paréntesis, como si fuesen ganancias) .

Sogama preveía en 2013 unas pérdidas de ingresos, que efectivamente tuvo pero no millonarias, a causa de "los efectos negativos" de la nueva regulación estatal sobre producción de energía eléctrica aprobada en 2013. Según figura en las cuentas de 2013, la sociedad registró un descenso en el volumen de ventas, al pasar de 54,3 millones en 2012 a los 51,2 el año pasado (-5,82%), por la venta de la electricidad que genera en la planta.

Sin embargo, Sogama tuvo un incremento del 4,44% en el capítulo de prestación de servicios, el canon a cobrar por recoger y tratar la basura de actualmente 297 concellos de Galicia. También tuvo un aumento de ingresos por la gestión de envases -venta de vidrio, hierro, aluminio...-, dos millones de euros más que en 2012.

El resultado de explotación de Sogama bajó mucho en 2013, un 77,39% al pasar de 7,7 a 1,7 millones de euros, pero aún así el resultado fue positivo. Este bajón en el resultado de explotación se debió fundamentalmente al aumento de los tributos que pagó Sogama debido a la aplicación de un 7% del impuesto por generación de electricidad decretado por el Gobierno central. A esta entidad la subida del impuesto le supuso pagar 3,6 millones más al pasar de 1,7 a 5,3 millones.

La Sociedade Galega de Medio Ambiente también registró el año pasado un aumento del precio de la energía eléctrica que compra para hacer funcionar la planta. Esta energía se la compra a Gas Natural, propietaria del 49% de Sogama (el 51% restantes es de la Xunta).

Sogama inicialmente producía luz a partir de los residuos que trata y la destinaba a autoconsumo, a hacer funcionar la planta. Al entrar en vigor el Real Decreto de 2007 que establecía primas a las energías renovables y a la cogeneración, optó por vender la electricidad que producía y comprarla en el mercado para el consumo en planta, que le salía más barata. La que vendía, con las primas, la vendía cara y sacaba beneficio.

En diciembre de 2008 se adjudicó a Gas Natural el contrato de suministro de luz; en 2010 se validó la primera prórroga y en 2011 la segunda, hasta mayo de 2012. En esta última fecha se otorgó otro contrato (siempre a Gas Natural): 17,5 millones de euros.

La duración de este último contrato es de tres años más una prórroga por otro más. En 2013 un Real Decreto del Ejecutivo central suprimió las primas a las renovables y Sogama se encontró con que ingresaba menos por la venta de electricidad al reducirse las primas.

La empresa podría cambiar de sistema, volver de nuevo a autoconsumir la electricidad que genera en lugar de venderla y así equilibrar su gasto y no sufrir una sangría económica, pero está atada por el contrato de tres años con Gas Natural-Fenosa, su copropietario. Ahora Sogama ingresa menos por la electricidad que vende y paga más por la que compra en el mercado.

Si el año pasado Sogama ingresó 50 millones de euros por la basura, al aplicarle la subida del 33,5% del canon, a cobrar desde marzo, ingresará a mayores 14 millones de euros. Cobrando este ingreso extra de la subida del canon dos años seguidos, Sogama podría cancelar la deuda que mantiene con sus propietarios y que suma 25,7 millones más intereses: 12 millones que debe a la Xunta y 13,7 a Gas Natural. Estos préstamos vencen respectivamente en octubre de 2017 y en diciembre de 2018.

La deuda que Sogama tiene con sus propietarios a causa de los préstamos subordinados concertados en 2013 y objeto de un demoledor informe contrario del Consello de Contas, son el gran problema. Con el incremento del canon que pagarán los concellos (ciudadanos), Xunta y Gas Natural podrán recuperar su dinero en dos años.