Las autoescuelas gallegas importan el modelo "exprés" que ya está extendido en otras localidades de España. La crisis económica que sufre el sector y la necesidad de adaptarse a alumnos con cada vez menos tiempo y recursos ha decidido a algunos centros de la comunidad a incluir en su oferta los bautizados como "cursos intensivos".

Solo con una búsqueda en internet se encuentran al menos una decena de autoescuelas de la ciudad coruñesa que publicitan formación "intensiva" con cursos que garantizan superar el examen teórico para el carné de turismo en tres o cinco días. En la Red aparecen además cinco anuncios de este tipo en centros de las ciudades de Santiago, Pontevedra y Vigo; cuatro en Lugo; dos en la ciudad ourensana; y solo uno en Ferrol.

Su filosofía es sencilla: el temario se comprime al máximo para que el estudiante pueda "digerirlo" en clases maratonianas de hasta cinco horas diarias. El centro garantiza así, en apenas 15 o 25 horas, que el alumno pueda presentarse al examen teórico de la DGT, objetivo que el método tradicional logra tras varias semanas.

Según el sistema que aplican estas autoescuelas el alumno recibe clases durante tres o seis días -en ocasiones, fines de semana incluidos- durante los que se les inculca las nociones básicas del temario en grupos reducidos. Durante las clases se realizan y corrigen test; una vez finaliza esa lección que a veces dura ocho horas seguidas, el aspirante a conductor continúa haciendo exámenes hasta la fecha del examen.

Desde la Federación Galega de Autoescuelas se oponen a esta modalidad para sacar el permiso de conducir porque se limita a "memorizar" las preguntas que pueden caer en el examen y "probar si hay suerte" en lugar de "interiorizar los contenidos de cada lección" y que los alumnos salgan preparados de la autoescuela para enfrentarse a las diferentes situaciones y contratiempos cuando ya solos se pongan al volante y salgan a la carretera.

El vicepresidente de la organización, Manuel Maceiras, explica que los centros que presentan estas ofertas "engañosas" para "captar clientes como sea" que algunos usuarios aceptan porque les parece más "fácil" al considerar que no ven la necesidad de ir a clases. Pero luego -aclara- comprueban que tienen menos probabilidades de aprobar y tienen que renovar la matrícula y gastar el doble de dinero.

Y además constata que un porcentaje importante de los alumnos que se dejan seducir por estos anuncios después se matriculan en otras autoescuelas que no imparten ni comparten estos métodos de enseñanza se inscribe cuando se dan cuenta que en los cursos exprés le dieron gato por liebre.