Seis años se cumplieron ayer de la victoria de Alberto Núñez Feijóo en las elecciones autonómicas y su ascenso a la Xunta. "Fue el principio del Camino," que más tarde llevaría al PP también a la Moncloa y así lo recordó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la clausura de la convención del PP gallego en Santiago. Desde entonces los populares se vieron salpicados por escándalos de corrupción, desgastados por la crisis económica y ahora amenazados por nuevas formaciones como Podemos que apelan al voto indignado. Pero la número dos del Ejecutivo de Rajoy exhibe el logro de la recuperación económica que, según dice, "sí que se nota" y pide al PP que "salga a la calle" y "la ponga en valor" para que los "predicadores" no echen "por la borda" lo conseguido. El presidente del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, recalcó que es necesario movilizar a los electores que les han dado su apoyo en pasadas convocatorias electorales y para ello pidió a los suyos "la misma sed y hambre de ganar" que le dio la victoria en 2009.

La vicepresidenta del Gobierno fue la encargada de poner el broche final a un encuentro que duró dos días y en el que los populares se pusieron las pilas de cara a las municipales. Hace cuatro años había sido el propio Rajoy quien cerró la convención. En esta ocasión, el líder del PP envió a Soraya Saénz de Santamaría y él se desplazó a Sevilla para arropar a los candidatos al Parlamento andaluz. Feijóo cubrió la ausencia proclamando en alusión a la vicepresidenta del Gobierno que "los que creen en Rajoy son también del PP de Galicia".

A tres meses de las municipales los populares juegan las bazas de la recuperación económica y reivindican que, pese a la crisis, mejoraron las políticas sociales y no lo hacen para captar nuevos votos sino para arrastrar a los suyos a las urnas Esa fue la instrucción que ayer Feijóo envió al partido. "En 2011 los gallegos nos dieron su apoyo para gobernar en 211 alcaldías. Son a esos a los que tenemos que movilizar ahora, porque nosotros no cambiamos un ápice, y ellos solo están esperando nuestras propuestas y nuestro compromiso", recalcó.

El principal enemigo del PP gallego en las elecciones locales puede ser la abstención. "Hay gente que quiere que no vayan a votar. Y nosotros a eso responderemos con movilización, con el mismo entusiasmo y optimismo que tuvimos en 2011". Feijóo expuso su receta: "Os pido que hagáis tres cosas: decir la verdad, gobernar y gestionar y que nos movilicemos como en 2009". Y de nuevo volvió a contraponer la estabilidad de un gobierno del PP contra "alianzas de perdedores". Y, según dijo, si fueron capaces de derrotar "a los de la ceja", en alusión al PSOE de Zapatero, ahora podrán vencer "a los de la coleta", por Pablo Iglesias.

El otro enemigo a batir por el PP son los escándalos de corrupción política que les han salpicado. Y ahí también Feijóo marcó el camino: "frente a la frustración que supone que haya personas que ensuciaron nuestras siglas, nunca abandonéis la honestidad en vuestro trabajo".

Sáenz de Santamaría dejar claro que el Gobierno de Rajoy supo "hacer políticas económicas, que son la antesala de las políticas sociales" para, a continuación, hacer un repaso por las últimas medidas aprobadas por el Consejo de Ministros.

Por esa razón, rechazó el "mantra" de que la recuperación no se nota. Para este año el Gobierno prevé crear tres millones de empleos. "Eso no lo hace ni Podemos ni Pudimos", recalcó. Por eso insistió ante el PP gallego que es necesario "poner en valor la recuperación, porque lo que no se pone en valor se pone en riesgo".