La juez instructora tampoco ha salido bien parada en la sentencia del Supremo, puesto que considera que no actuó correctamente al dirigir conjuntamente la investigación por la retirada de las multas y la que dio origen a ella -una operación contra el tráfico de drogas- sin someterla a reparto por tratarse de dos procesos inconexos. Y aunque el Supremo cree que se trató de un error de interno, ve motivos para abrir una investigación por la vía penal contra ella. Por eso, ordena a la Audiencia Provincial de Lugo que en su momento, "deduzca testimonio dado el empecinamiento del instructor en no desglosar actuaciones desconexas, omitiendo su remisión al decano para su debido reparto".

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia explicaron que una vez redactada la nueva sentencia, la Audiencia Provincial tendrá que dar traslado al TSXG de los indicios de delitos atribuibles a San José por acumular dos causas inconexas. Ello supondrá abrir una investigación contra ella y lo más probable es que sea llamada a declarar.

El Supremo recuerda en la sentencia que la propia juez decidió seguir con las dos instrucciones a pesar de que el fiscal le solicitó hasta en tres ocasiones (el 28 de mayo de 2008, el 30 de junio del mismo año y el 16 de noviembre de 2001) el desglose de las mismas y la remisión al juzgado decano para su reparto ya que no había conexión entre los delitos iniciales de tráfico de drogas y los de la retirada irregular de multas de circulación.

Pero más lejos va el magistrado Luciano Varela en su voto particular de la sentencia, ya que considera el comportamiento de la juez San José como "posiblemente delictivo", lo que a su juicio lleva a la nulidad de toda la instrucción. "¿Puede alguien ser condenado en un juicio en que la instrucción se llevó a cabo con posible, aunque no determinada, vulneración de preceptos penales por la autoridad judicial que la asumió?", se pregunta Varela, para responderse a sí mismo que la respuesta produce un "evidente agobio" por lo mal que podría soportarse ver condenado al acusado y a quien contribuyó a su condena con la actividad investigadora.

Estela San José es junto con Pilar de Lara una de la juezas que más se ha distinguido en la lucha contra la corrupción. Recientemente solicitó el cambio de plaza y desde hace un mes ocupa ya un juzgado de Huelva. El fantasma de la anulación también alcanza a la operación Pokemon, dirigida precisamente por De Lara, que nació de una operación contra la prostitución y la lleva la misma magistrada.