Los restaurantes gallegos no solo están en el punto de mira de los inspectores del Gobierno. La Agencia Tributaria investiga desde hace dos años si existe una contabilidad B en estos negocios y también en los comercios que intentan ocultar sus verdaderos ingresos a través de la manipulación de las cajas registradoras. Los controles se realizan no solo en los negocios hosteleros dedicados a grandes eventos sino que se han extendido a todo tipo de restaurantes. "Pese a las inspecciones no podemos saber si los ingresos de la hostelería han disminuido solo por la crisis o también porque la parte en B por la que no tributan IVA, IRPF y el impuesto de sociedades ha aumentado", señala Francisco González, el delegado en A Coruña del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha).

En estas inspecciones sobre la contabilidad B en el sector de la hostelería, Hacienda vigila la utilización del llamado sofware de doble uso, una herramienta informática que permite ocultar parte de la facturación y llevar dobles contabilidades. Este mecanismo consiste en el empleo de técnicas para la ocultación de ventas en las cajas registradoras o en las denominadas terminales de punto de venta (TPV), prácticas que, según los técnicos de Hacienda, son frecuentes en actividades como el comercio, la hostelería, la restauración o en los despachos profesionales y, por lo común, en sociedades que han alcanzado un cierto tamaño. Los defraudadores evaden así parte de la tributación del IVA y del impuesto de sociedades o el IRPF, en su caso.

En sus investigaciones sobre la manipulación de cajas registradoras y terminales de venta, la AgenciaTributaria sigue pistas como la existencia frecuente de grandes desfases entre lo facturado mediante tarjetas de crédito y en metálico. Lo habitual es que se oculte sistemáticamente parte de las ventas en metálico. "Hacienda conoce las ratios de uso de tarjetas de crédito respecto al total de ventas en los distintos sectores", explica un documento de la Agencia Tributaria sobre sus actuaciones relacionadas con el software de doble uso. Y añade citando un ejemplo: "Despierta sospechas que el 90% de lo que se vende en una tienda de modas se pague con tarjeta, cuando sus competidores próximos declaran cobrar por tarjeta solo el 60%".

El secretario general de Gestha, José María Mollinedo, aclara que el software de doble uso puede estar emboscado detrás de una pregunta que es cotidiano escuchar en un establecimiento comercial: "¿Paga con tarjeta o en metálico?". Si la pregunta se produce antes de que se haya registrado la operación y expedido el tique en la máquina -caja o terminal de pago-, existe la posibilidad de un caso de doble contabilidad.

"Según se vaya a pagar con tarjeta o en metálico se activa una función u otra", añade el técnico de Hacienda. Cuando ocurre un caso de este tipo, es frecuente incluso que el trabajador ignore que en ese momento está manejando un procedimiento irregular que registra correctamente la operación si conlleva el pago con tarjeta y la saca de la contabilidad oficial o reduce el importe si el pago es en metálico.