Las previsiones meteorológicas apuntan a un verano más seco más de lo habitual, pero lo más grave es que la estación estival llega después de la primavera y el mes de junio más secos de los últimos 25 años, según el balance de MeteoGalicia. Esta situación es lo que ha llevado a decretar las alertas a poco de comenzar el verano, pues los embalses y los ríos gallegos se encuentran por debajo de los niveles considerados normales.

La pasada primavera fue la segunda más cálida desde 1997, superada tan solo por la de 2011. Si la temperatura media es de 11,9 grados, la pasada estación se movió en los 13,5 grados. Y este ascenso térmico fue acompañado también de muy escasas precipitaciones, que también junto con 2011 fueron las más bajas de los últimos 25 años. Las lluvias registradas estuvieron casi un 35% por debajo de las cifras habituales.

Y el paso al verano dejó un mes de junio también excepcional. No solo llovió muy poco, solo el 25% de lo normal en Galicia, sino que las temperaturas fueron altísimas. En los días 19, 20 y 21 se alcanzaron temperaturas extremas diurnas. Se llegaron a alcanzar los 35 grados centígrados en puntos del interior de la comunidad autónoma.

Pero hubo jornadas peores. Sobre todo los últimos tres días del mes, cuando se superaron los 40 grados en diversos términos de la provincia de Ourense, incluyendo su capital. Y el mes de julio va camino de los mismo, con días de mucho calor salpicados por leves episodios de lloviznas pasajeras, como las registradas la pasada madrugada.

Para la próxima semana, los días de altas presiones se alternarán con jornadas nubladas y temperaturas medias, con la posibilidad de algún chubasco.