En los últimos meses los criadores de conejo en Galicia han constatado como el precio por sus animales se ha ido devaluando hasta situarse por debajo de los costes de producción. Una situación que ya se prolonga demasiado para algunas explotaciones que acusan de forma muy directa esta caída obligándolos a plantearse medidas urgentes como la reducción de personal para mantenerse a flote. Aunque de dilatarse más en el tiempo anuncian que se verán obligados a cerrar sus granjas.

En el último mes el precio de la carne de conejo se situó en 1,30 euros por kilo según las cotizaciones de la mesa de precios de Madrid, que en la actualidad es la única que fija el precio tras la desaparición de algunas mesas o la falta de publicación de otras al situarse en valores tan bajos. Mientras, el precio de producción de cada ejemplar se establece en torno a 1,70 y 1,90 euros por kilo. Desde principios de año comenzó una caída libre que ha alcanzado ahora su pico más elevado y alarmante para los productores. Según estimaciones de los criadores, las pérdidas pueden rondar los 4.000 o 5.000 euros por remesa de conejos, con una media de ocho camadas anuales, en explotaciones de un tamaño medio de entorno a 700 madres.

Los compradores alegan que la caída del precio se debe a los excedentes de producción. Aunque estas explicaciones no sirven a los productores que observan otras realidades. "Se escudan en los excedentes pero luego vienen por las granjas preguntando si hay más conejos y buscando nuevos criadores", explican productores gallegos. Apuntan, además, que trabajan coaccionados ante la amenaza de que dejen de recogerles los animales.

Desde los sindicatos apuntan, además, posibles causas para esta caída del precio. Las presiones directas de mataderos a la propia lonja de Madrid es una de las más repetidas. "Se buscó afianzar la lonja de Zaragoza que fijase un precio más ajustado a la legalidad, donde el precio se situaba en 1,43 euros por kilo", apuntan desde Unións Agrarias. Otro de los puntos claves que ha originado esta crisis, parece ser la caída de la demanda de la piel de conejo que hasta ahora permitía a los mataderos un margen de beneficios amplio y mantener el precio en valores aceptables para los criadores. A esta situación se suma que los costes de producción se han mantenido sin bajadas en los últimos años. "Tuvimos una gran subida del precio del pienso en 2007 y desde entonces no ha vuelto a bajar", comentan los criadores. También la inseminación supone un importante desembolso.

Para abordar esta situación y exigir la regulación del sector, este viernes está fijada una reunión de productores en Lalín, para romper el silencio de los criadores y reclamar un precio digno.