El mismo día que Anova, Esquerda Unida (EU) y Podemos, así como las mareas urbanas y una plataforma ciudadana, registraban la coalición con la que competir en las generales del 20 de diciembre, el líder del partido morado, Pablo Iglesias, abría de nuevo el conflicto del nombre de su alianza. "En Galicia el logo y el nombre de Podemos estará en el nombre y en la papeleta", declaró ayer en Madrid, a pesar de que el acuerdo entre las tres primeras fuerzas sostiene que el nombre de la coalición será En Marea.

Este acuerdo vulnera la propia línea roja que en su día se marcó Podemos y que fue avalada por sus bases, para que cualquier pacto autonómico se realizase mediante la fórmula Podemos-aliado. Galicia será el único territorio donde no se cumpla, aunque el tripartito nuclear de la Marea introducirá una argucia para tratar de solventar ese escollo autoimpuesto.

En Marea contará "con logotipo propio", pero en la papeleta contendrá también el nombre y los logos de los tres partidos centrales del pacto y el nombre será, en el propio voto, En Marea (Podemos-Anova-EU), según el texto del acuerdo entre partidos. Además, Iglesias defendió que sus socios también se someterán a un proceso de primarias, si bien estas serán en un principio mediante listas plancha.

Ese flanco fue aprovechado ayer por el candidato de Ahora en Común a la Presidencia del Gobierno y miembro de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, que pidió a Pablo Iglesias explicar sus "contradicciones" por negarse a sumarse a una plataforma estatal y apostar por "sopa de siglas" en Galicia, Valencia o Barcelona. En estas dos últimas, el nombre de Podemos sí aparece en la coalición.

El acuerdo de creación de la Marea gallega incorpora también un postulado aplicado ya en AGE, la suma de Anova y EU que en 2012 debutó con nueve escaños. Estas dos y Podemos garantizan un sistema de rotación en los escaños que logren en el Congreso para que todas puedan disponer de algún tiempo en el Congreso en caso de no lograr presencia el 20-D. Por ejemplo, EU coloca al número 3 de A Coruña y si este no resulta elegido, dispondrá de un tiempo en la Cámara a costa de otro parlamentario, según consta en el pacto. A pesar de que se negoció durante meses, solo fue ayer cuando las bases conocieron las claves del pacto y se establecieron votaciones exprés para que Anova y EU respaldasen sus acuerdos. En el primer caso con un 70% de votos favorables. En el segundo, con el 80%. Ninguno facilitó las cifras totales de participantes.

Sí lo hizo el Encontro Cidadán por unha Marea Galega, a pesar del malestar inicial ante la falta de información sobre los entresijos del acuerdo y de que las primarias previstas no permitan la presentación de personas de forma individual, sino integradas en bloques. Aun así, el 60% de los 277 votos inclinó la balanza hacia la implicación en la coalición, que ya cuenta con el de Marea Atlántica, Ferrol en Común y Compostela Aberta. El proyecto de "unidad popular", sin embargo, nacerá sin la implicación de Cerna, que acoge a los escindidos de Anova, y sin la organización ecologista Equo, que participaba a través del Encontro Cidadán. Los primeros lamentaron el triunfo de "los partidismos de las posiciones extremas, cuando no las ambiciones personales", y anunció que tampoco se implicará en NÓS-Candidatura Galega, la coalición impulsada por el BNG. Los segundos lamentaron que el movimiento tornase "una coalición de tres partidos que incumple prácticamente la totalidad de lo acordado".