El turismo rural gallego salió de la crisis en 2014 y ha confirmado su recuperación en 2015. El pasado año, las pernoctaciones se incrementaron un 19,8%, tras tres ejercicios consecutivos de caídas. Las reservas superaron las 300.000 por primera vez desde 2010. Aumentaron de las 259.151 de 2013 a las 308.285 de 2014, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a estos buenos números, la demanda todavía sigue en las cifras de hace una década.

"Estamos viendo una leve mejoría con respecto a otros años, aunque no estamos muy de acuerdo con los datos del INE", asegura Cesáreo González, presidente de la Federación Gallega de Turismo Rural (Fegatur), quien reconoce que no hay un "estudio real" de la ocupación de este tipo de establecimientos. "El INE habla de una ocupación media en Galicia del 13% en 2014, pero según nuestros datos fue del 35% y durante 2015 ha crecido hasta el 45%", matiza.

La recuperación llega tras tres años en los que el número de pernoctaciones se redujo en más de un tercio. Las 308.285 reservas de 2014 es la cifra más baja desde 2003 y está muy lejos de las 389.356 de 2010, cuando se celebró el último Xacobeo.

Para el presidente de Fegatur "las campañas de promoción que se hacen son insuficientes". Y además el sector tiene problemas para saber venderse. "Lo que hay que hacer es vender junto a la habitación un paquete de ocio, senderismo, actividades en el campo? Tiene que ir ligado a una experiencia. Los que están creciendo son los que se están diferenciando del resto, los que innovan y están evolucionado", destaca Cesáreo González.

Desde noviembre ya está en marcha la nueva Central de Reservas de Turismo Rural de Galicia, gracias al acuerdo entre Fegatur, la Asociación Gallega de Turismo Rural (Agatur) y el Clúster del Turismo de Galicia. "No va a ser la panacea", reconoce González, pero va a dar la posibilidad al sector de no depender en exceso de las grandes mayoristas como lo está haciendo en la actualidad.

Según los datos del INE, el número de plazas disponible en Galicia durante 2014 fue de 6.358 y el número de establecimientos, alcanza los 511. Es un 10% más que antes del inicio de la crisis. La Xunta ya instó el año pasado a que no se abrieran más casas rurales. En el borrador del Plan de Desarrollo Rural, el Ejecutivo gallego reconocía que había un "continuo y creciente desajuste entre la oferta y la demanda". Es decir, cada vez se abrían más establecimientos rurales en lugar de cerrarse para equilibrar esa oferta con la demanda. La Xunta, además, requería incrementar la oferta de servicios, "que no de establecimientos".

Con la primera idea, la de aumentar los servicios, sí está de acuerdo el presidente de Fegatur, pero no con el exceso de oferta. "No hay demasiadas casas. Lo que deben es ir a la diferenciación. Hacer mejor lo que ya tenemos", se defiende. "Es el propio sector el que se encarga de que esos establecimientos que no evolucionan no tengan clientes y al final estén condenados a cerrar", asegura Cesáreo González, quien reconoce que no tiene constancia del cierre de casas rurales durante la crisis. "La gestión pasa de unas personas a otras y hay grupos que gestionan diez o quince casas, pero no ha habido cierres durante estos años", confirma.