Aunque el decreto que regulará por primera vez en Galicia el alquiler de pisos particulares a turistas se aprobará en el primer trimestre del año, la aplicación de sus requisitos, exigencias y restricciones contará con un periodo transitorio de seis meses desde que el Diario Oficial de Galicia (DOG) publique la norma. Este es el principal cambio de la Xunta en la redacción definitiva del decreto, el de conceder una moratoria de medio año para que los propietarios de las viviendas de uso turístico tengan tiempo de adecuarse a las nuevas disposiciones. En el proyecto no se incluía esta transición y solo se establecían 20 días para su entrada en vigor desde su aprobación definitiva, pero el Gobierno gallego ha decidido introducir esta novedad en atención a las alegaciones y para suavizar el impacto de la medida.

De este cambio para otorgar una moratoria de seis meses informó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la rueda de prensa posterior al Consello. Dijo que el decreto pretende erradicar problemas como el intrusismo, la competencia desleal e irregularidades asociadas "a la fiscalidad y tributación". "Habrá una factura con IVA y, si no, estaríamos ante una actividad no declarada", señaló, si bien no se arriesgó a hacer una estimación de cuánto se podrá recaudar para las arcas autonómicas.

El sector turístico profesional demandaba esta norma por entender que competían en desigualdad de condiciones con los particulares, a los que apenas se les exigían requisito para alquilar sus viviendas a turistas. Hasta 2013 todos los arrendamientos, sin importar la duración del contrato, se regulaban por una ley estatal, pero desde esa fecha, con una reforma legal, se diferenció el alquiler ordinario de un piso del de uso turístico, dejando en manos de las comunidades, por tener la competencias en la materia, su ordenación. Y la Xunta estableció que tendrían uso turístico los alquileres inferiores a estancias de un mes, que son los que se regula en el decreto de próxima aprobación.

La nueva categoría engloba todos los domicilios particulares que se ofrecen para uso turístico. Sus propietarios deberán registrarlos en Turismo de Galicia y cumplir una serie de obligaciones, aunque éstas no entrarán en vigor, en principio, en un plazo de seis meses, de forma que habrá margen para adecuar las instalaciones. Gracias a la moratoria incluida en el último momento, el próximo verano se podrán firmar aún alquileres sin tener que ajustarse a la nueva reglamentación. "Con 4,5 millones de turistas al año necesitamos tener al día estas actividades", precisó Feijóo.

El decreto exige que los propietarios deben inscribirse en un registro de la Xunta y presentar una declaración responsable conforme cumplen con todos los requisitos, como contar una superficie mínima del piso; disponer al menos de cuatro dependencias (dormitorio, salón-comedor, cocina y baño) y que salvo este último todos los cuartos tengan ventilación exterior; contar con un seguro de responsabilidad civil y con un rótulo en la puerta; o tener calefacción y climatizador cuando no se pueda garantizar una temperatura ambiente mínima de entre 19 y 21 grados. No se podrán alquilar los pisos por habitaciones y los dueños tendrán que remitir a la Dirección General de la Policía la información de las personas que ocupen el alojamiento.

El Consello también aprobó ayer el decreto por el que se regula el proceso de selección de los documentos en papel que podrán ser eliminados el archivo de la Administración autonómica para liberar espacio. "Pero nunca se podrán destruir documentos mientras tengan valor probatorio de derechos y obligaciones", asegura la Xunta.