El Proxecto Ríos, promovido por el colectivo ecologista Adega, constata que la salud de la mayor parte de los ríos gallegos, en torno al 80 por ciento, es "buena o muy buena", aunque, por primera vez, se constataron temperaturas de más de 20ºC en alguno de los caudales estudiados por el voluntariado que participa en esta iniciativa, unas 4.000 personas.

Según ha explicado en rueda de prensa Francisco Bañobre, uno de los redactores del informe, de los 146 tramos de río estudiados, la mayoría de ellos (83 por ciento en primavera y 74 por ciento en otoño) presentaron una salud buena o muy buena. Estos valores son más altos que en 2014 y se aproximan a los de 2013.

En todo caso, la tendencia desde el año 2010 es que predominan los tramos de río con calidad buena en detrimento de los que la tienen "muy buena". Asimismo, los tramos con calidad deficiente vuelven a valores próximos a los años 2011-2013, con una media entre campañas del 7,4 por ciento --en 2014 llegó al 9 por ciento--.

Estos valores se corresponden con los ríos Ouro (Alfoz) y Sil (O Barco) en primavera; mientras que en otoño los ríos con salud deficiente fueron el Sar (Santiago), tres tramos del Mero (Cambre), y los ríos Limia (Xinzo), Gafos (Pontevedra) y Belelle (neda).

Bañobre ha incidido en que los tramos de ríos con calidad deficiente están ligados a la actividad humana y esta circunstancia se da, sobre todo, en caudales que atraviesan núcleos de población. Eso sí, en 2015 ningún tramo estudiado por el voluntariado evidenció valores malos de calidad.

Históricamente están en "malas condiciones" ríos como el Lagares o el Louro, en los que no se realizó inspección este año. Asimismo, los tramos del río Mero que en 2014 mostraron mala calidad en otoño, este año tuvieron salud deficiente; mientras que el río Lagar, que en otoño de 2014 evidenció una calidad mala, en 2014 mejoró hasta un nivel "moderado".

Temperatura elevada

En cuanto a la temperatura, que por primera vez superó en 2015 los 20 grados en algunos caudales, el río Oitavén, con 20ºC, los ríos Valdexería y Mero con 21ºC, y el río Tea con 22ºC constituyen un ejemplo del aumento.

Para el colectivo ecologista este dato resultaría "preocupante" si se ratifica en años sucesivos, ya que podría ser otro indicador más de la incidencia del cambio climático. En todo caso, 2015 fue el año "más caluroso" desde que hay registros y la temperatura del agua sufrió "un aumento generalizado en todos los tramos".

Degradación del bosque de riberas

Por otra parte, los valores de calidad del hábitat en 2015 fueron "muy parecidos" al año 2014, aunque aproximadamente el 35 por ciento de los tramos estudiados mostraron "alteraciones y degradación" en su hábitat. Solo el 1 por ciento evidenció en primavera un hábitat empobrecido.

En cuanto a la vegetación que crece en los márgenes de los caudales, el año pasado sí se pudo constatar que riberas con alteraciones importantes desembocan con el tiempo "en un estado muy degradado".

Así, si en 2014 la media de márgenes muy degradadas, tanto en primavera como en otoño, era del 18 por ciento, en 2015 este valor se acerca al 20 por ciento en primavera y es casi del 25 por ciento en otoño.

Los tramos estudiados con las dos orillas "muy degradadas" se corresponden con los ríos Corgo, Lagar, Sarela, Gallo, Valdexería, Mero, Gafos, Louro, Pontiñas, Tella, Tea y Limia.