La juez Pilar de Lara, que dirige la instrucción de la operación Cóndor, sostiene que el presidente de Monbus, Raúl López, pudo haber diseñado "un complejo entramado" en el que, "aprovechando sus relaciones a alto nivel político y empresarial", conseguiría "beneficiar" a su compañía "en ocasiones, de forma ilícita".

En concreto, según un auto fechado el pasado 30 de mayo e incorporado al sumario de la Cóndor, que ayer fue entregado a las partes y al que ha tenido acceso Europa Press, la magistrada entiende que el empresario pudo "conseguir adjudicaciones" mediante la obtención de "información privilegiada", como a través de "acuerdos con otras empresas del sector para eliminar la competencia".

Por todo ello, el responsable de la mayor compañía de transporte de viajeros en Galicia está siendo investigado en el marco de esta causa por ocho delitos: cohecho, tráfico de influencias, fraude y exacciones ilegales, aprovechamiento de información privilegiada, falsedad documental, delito contra la hacienda pública, blanqueo de capitales y corrupción.

La operación Cóndor saltó a la luz en marzo de 2015, cuando fue detenido Raúl López junto con otras nueve personas. Así, De Lara, entre otras cosas, indaga si estaría lavando grandes sumas de dinero con la colaboración de una cadena hotelera de Sanxenxo y una agencia que organizaba viajes para la tercera edad; así como si hubo mordidas en la concesión del contrato de transporte del Ejército.

El caso salpica al club de baloncesto Obradoiro, que preside el propio Raúl López, al Ejército de Tierra, al Ministerio de Fomento e incluso al socialista José Bono. Sobre quien fuera presidente de Castilla-La Mancha, De Lara trata de esclarecer si existe relación entre unas facturas de estancias suyas en Sanxenxo y viajes del Imserso desde su comunidad a las Rías Baixas.