Tras el proceso de confluencia para concurrir juntos a las elecciones autonómicas, En Marea y Podemos cerraron ayer filas en Santiago durante la presentación de sus candidaturas y lanzaron un mensaje de "unidad" , al tiempo que apelaron a "dejar el ruido" y centrarse en desalojar a Alberto Núñez Feijóo de la Xunta. Su objetivo, tal y como destacó el cabeza de cartel de En Marea, Luis Villares, es "mandarlo a Madrid, donde no lo quisieron pero a donde él quería ir" y poner fin así a la "miseria social y política" que, en su opinión, representa el líder del PP gallego.

Los candidatos de En Marea estuvieron respaldados por el portavoz de Anova, Xosé Manuel Beiras, la diputada en el Congreso, Alexandra Fernández, y el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, que ejerció de anfitrión y subrayó que las listas electorales, elegidas en primarias, reflejan una "mayoría social". "Nos convertimos en una herramienta útil que superó los patriotismos partidarios", ensalzó el regidor compostelano.

Podemos se integró en el último momento en el partido instrumental, lanzado por Anova, Esquerda Unida y las mareas municipales, tras mantener un pulso con En Marea para formar una coalición que les asegurase protagonismo en la confluencia. Finalmente los podemistas coparon los puestos de salida en las listas pero la pugna abrió heridas en la formación morada, que quedó dividida entre la cúpula que lidera Carmen Santos y los críticos.

Tras estas tensiones, Villares arrancó ayer su intervención con una frase de Manuel María: "Una palabra vale más que mil imágenes. Hoy la palabra es unidad". El candidato, que encabeza la lista de Lugo, negó "discrepancias" entre las distintas fuerzas que concurrieron en En Marea. Y haciendo caso a la proclama que poco antes había lanzado el número uno por A Coruña, Antón Sánchez, de "dejar el ruido a un lado y hablar del futuro", Luis Villares abogó por alejar de la Xunta la política de "traficantes de la desesperanza".

El magistrado insistió en que En Marea está "en condiciones" de disputar la "hegemonía", y no solamente social, ya que la política también a los populares que presentan de candidato a Alberto Núñez Feijóo, quien aspira a ser reelegido por tercera vez como presidente del Gobierno gallego.

Respecto a las voces críticas que rodearon a En Marea, en concreto desde el seno de Podemos Galicia, que se incorporó a esta marca a última hora, dijo que no existen discrepancias en el partido instrumental, sino que simplemente se trata de "democracia interna", ya que "la gente opina y la gente construye". "La presencia de Podemos, al igual que la del resto de agentes confluyentes, es la demostración de que la democracia funciona", añadió el juez, quien señaló que las mayorías sociales se convertirán en una mayoría política y en una "herramienta útil al servicio de este país" con "un proyecto, mucha ilusión y el deseo de gobernar para todo el mundo en radical compromiso de justicia social".

En su intervención, Luis Villares, aseguró que "días grises y de gobierno negro" ya ha habido suficientes, por lo que es la hora de la "marea multicolor que va a sacar los colores a los que hasta ahora nos estaban atacando y robando". En su opinión, Feijóo es "la miseria moral y política" y En Marea, por el contrario, "el ejercicio de la dignidad". "Feijóo representa la holgazanería, los brazos caídos, la resignación, y nosotros queremos recuperar un autogobierno fuerte y ser la solución a los problemas", insistió el candidato a la Xunta de En Marea. Villares combatió además uno de los principales argumentos del PP que alerta contra la "inestabilidad" de la izquierda. "Nosotros dialogaremos con otras fuerzas y no caeremos en la irresponsabilidad que hay a nivel estatal", aseguró.

La numero uno por la provincia de Pontevedra, Carmen Santos, reconoció que el proceso de la confluencia tuvo "curvas" pero defendió que ahora están juntos para hacer frente al PP. "Estamos todos hermanados por el bien común", apostilló Ángeles Cuña, cabeza de cartel por Ourense.