Pontevedra con 987 euros de media es la provincia española más cara a la hora de contratar un seguro de automóvil frente a Ciudad Real que, según el portal kelisto.es es la más barata con 507 euros. La razón que esgrimen las aseguradoras para explicar la elevada diferencia de precio que suele haber entre unas y otras provincias a la hora de poner precio a una póliza es que estos se calculan en base a los desembolsos que deben realizar estas empresas para cubrir los gastos generados por los siniestros que se producen en cada región. Y a veces esto no tiene por qué coincidir con mayores niveles de siniestralidad.

La última memoria social del seguro elaborada por la patronal de las aseguradoras, Unespa, relativa a 2014 sitúa a Galicia como una de las que presenta más gasto en aspectos como por ejemplo la atención a los heridos en accidentes de tráfico. En toda España solo tres autonomías -Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana- pagan más dinero a los hospitales y centros médicos por la asistencia a víctimas de siniestros de circulación. En Galicia se calcula que son unos 33 millones de euros al año.

En comparación con las provincias gallegas, por ejemplo, el gasto en A Coruña rondaría los 12 millones, por debajo de los 19 registrados en Pontevedra, pero muy por encima del millón y medio de euros en Lugo y de la cuantía de los siniestros en Ourense, donde este desembolso ronda los 1,3 millones de euros.

El coste de los accidentes de tráfico para los seguros sería todavía mayor a estos 33 millones dado que habría que sumar las indemnizaciones por daños materiales a vehículos y terceros.

Este gasto parece indicar que en la comunidad los siniestros tienen una mayor gravedad para quienes los padecen dado que hay otras comunidades con mayor accidentalidad. En las provincias gallegas también es elevada. Esta misma memoria hace un cálculo sobre la periodicidad de siniestros graves que se registran en las carreteras de cada territorio nacional y en A Coruña se señala que cada 45 minutos se produce un accidente con heridos en los que se ve involucrado un turismo. No obstante, en este apartado hay una decena de provincias con peores datos que la provincia coruñesa y por debajo de la media hora en todos los casos. Destaca el caso de Madrid donde esta media baja a cada 9 minutos y Barcelona con un accidente cada 12 minutos. En Galicia, peores que los datos de A Coruña son los de Pontevedra con un siniestro cada 36 minutos. En las provincias del interior la media roza casi las tres horas.

Los datos también analizan la siniestralidad por tipos de vehículos y, por ejemplo, en la provincia coruñesa la siniestralidad con heridos en furgonetas también es inferior a un día, aunque lejos de la frecuencia con la que se producen los accidentes con turismos implicados: 15 horas frente a 45 minutos. Por otra parte, en A Coruña hay un accidente de moto con heridos por jornada y dos días y medio en ciclomotores.

El número del total de siniestros que se producen en la comunidad gallega asciende a casi 1,8 millones, que provocaron a 36.700 personas algún tipo de lesión. A Coruña lidera el número de accidentes con heridos en 2014 con 769.661, según la memoria de Unespa. Le siguen los 576.241 registrados en Pontevedra y ya, a bastante distancia, Lugo con 225.005 siniestros y Ourense con 199.590. La accidentalidad no va ligada a los daños porque aunque A Coruña supera en número de siniestros a Pontevedra, esta última lidera el número de heridos con casi 17.000. El segundo puesto lo ocupa la provincia coruñesa con 12.976 lesiones corporales en accidentes de tráfico, mientras que en el interior gallego tanto Lugo como Ourense rozan las 3.400 personas heridas en cada caso.

La patronal de los seguros recuerda que la asistencia médica a las personas que son víctimas de accidentes de tráfico recae siempre en las aseguradoras de los vehículos y no en los presupuestos públicos. La institución de salud que se ocupe del lesionado, el centro recibirá de la aseguradora el pago por las atenciones que preste. Esto también permite la libertad de elección por parte de los lesiones de los centros asistenciales para su tratamiento.

Un dato interesante que se obtiene de la información del Convenio de Asistencia Sanitaria (CAS), instrumento que garantiza un flujo de pagos continuo y eficiente entre las aseguradoras y los centros de salud, es cómo se distribuyen los pagos en las diferentes comunidades autónomas entre centros públicos y privados. La situación es muy diferente entre autonomías. En comunidades como Cataluña o Baleares los pagos a la sanidad privada vienen a suponer el 80% de los pagos totales. Galicia se situaría solo por detrás de estas comunidades porque el peso de los hospitales privados en estas asistencias supera el 70% frente al resto de las atenciones que sí serían derivadas a centros públicos. En la otra cara de la moneda se sitúa Navarra, los pagos a la sanidad privada no llegan al 10% del total. Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Asturias son otras autonomías donde el peso de la sanidad privada es menor y se coloca por debajo del 20%.