Las víctimas del accidente ferroviario de Angrois agrupadas en la plataforma Alvia 04155 reclaman al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, -que no ha desvelado cuándo se reincorporará tras ser padre esta semana- una reunión el martes coincidiendo con el debate en el Parlamento gallego de una iniciativa para la creación de una comisión de investigación. Será el cuarto intento y, como los anteriores, está abocado al fracaso ante la negativa del PP y del PSdeG. El primero cuenta con mayoría absoluta y el segundo ha descartado unirse a En Marea y BNG para usar la vía forzosa de crear una comisión por legislatura con 30 diputados.

El portavoz de la plataforma Alvia 04155, Jesús Domínguez, ha enviado una carta a Feijóo anunciando que una representación de la asociación acudirá a la sesión plenaria del martes y urgiendo la cita, según informa Europa Press. Reclaman la constitución de una comisión "técnica independiente" sobre el accidente que costó la vida a 80 personas el 24 de julio de 2013 y una parlamentaria para "depurar las posibles responsabilidades políticas".

En el primer caso, la UE alertó de la falta de independencia de la investigación llevada a cabo por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), porque "ni es independiente ni analiza las causas raíz de esta tragedia evitable". "Y no olvidemos que en esta tragedia evitable están involucrados el Ministerio de Fomento y las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco", añade.

En la misiva, la plataforma recuerda que tanto la comisión técnica como la política son "imprescindibles para lograr la verdad y la justicia" por las que las víctimas llevan "luchando más de tres años". "Ha llegado la hora de que podamos descansar y no se nos genere aún más dolor", apela Domínguez al presidente de la Xunta.

Las víctimas también han exigido una reunión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que a principios de mes demandaron un trato análogo al de los familiares de los fallecidos en el accidente del Yak-42 en que murieron 62 militares españoles cuyos restos fueron enterrados sin identificar correctamente y tras una serie de polémicas subcontratas de su vuelo. Rajoy recibió a este colectivo el 31 de enero, 13 años después del accidente.