Un conductor de 83 años fue interceptado esta misma semana en sentido contrario en la AP-9, a su paso por Teo. Es el último caso de un automovilista de edad avanzada que se confunde en el acceso a una autopista o autovía gallega. Ante las sospechas de que los infractores sorprendidos en estas circunstancias no reúnan las condiciones psicofísicas para seguir al volante, Tráfico los envía a examen médico del Sergas para confirmar si están aptos para la conducción o si por el contrario les debe ser revocado el permiso o se le debe imponer algún tipo de restricción o limitación.

En los primeros cuatros meses de este año, los agentes de la Guardia Civil en la provincia de A Coruña hicieron un total de 17 propuestas para chequeo extraordinario. Nueve de ellos fueron requeridos a raíz de su implicación en un accidente de tráfico -cinco con una edad superior a los 65 años, tres en el tramo de edad entre los 40 y 65 años y uno menor de 40 años-. Por infracción, se propuso la revisión médica del Sergas de cinco conductores -cuatro de más de 65 años y uno entre 40 y 65 años-. Por conducción temeraria, elevaron dos casos, ambos ya jubilados. Y por informes médicos que aportaron los propios familiares se registró un caso.

En todo el año pasado, las patrullas elevaron para examen del Sergas a 59 conductores de la provincia de A Coruña -32 implicados en un accidente, 16 tras haber cometido una infracción, cinco por conducción temeraria, cuatro en un control rutinario y los dos restantes por informes de la familia-.