El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer la existencia de "discrepancias" con el Gobierno central sobre el traspaso de competencias sobre la autopista AP-9 a Galicia y afirmó que el órgano donde se decidirá si se acepta a consideración será el Congreso. "Por lo tanto, que se debata en el Congreso y que se vote. Si hay más diputados a favor de la transferencia la podemos conseguir y si hay menos, no la podremos conseguir", aseguró tras la reunión semanal del Consello de la Xunta.

La Cámara gallega aprobó por unanimidad una propuesta para defender en el Congreso en la que pide la transferencia de competencias sobre esa infraestructura clave en la comunicación viaria en Galicia. Tres días después, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, mostró la disconformidad del Gobierno.

Núñez Feijóo insistió en que se trata de una propuesta "buena para Galicia" y retó a los que lo critican en la comunidad gallega "y nunca habían pedido la transferencia", en alusión a PSdeG y BNG. "No sé si es arriesgado pedir, a sabiendas de que ningún gobierno de España quiso hacerla. Esa es nuestra postura; o simplemente no pedirla por el miedo al fracaso, que es la del PSdeG y el BNG", afirmó el mandatario gallego.

Feijóo anotó que las "discrepancias" con el Gobierno central son "normales" en estados descentralizados y aseguró que si se niega este traspaso pedirá que el peaje -la bonificación- lo pague el titular de la vía y no la Xunta.