El 18 de abril de 2015 el Eje Atlántico se relanzó. La modernización del corredor ferroviario, el incremento de trenes y sobre todo el importante recorte en los tiempos de viaje permitieron aumentar la demanda de la línea. A mediados de abril de 2016, un año después de la puesta en marcha de los nuevos servicios, el Eje Atlántico había desplazado ya 3,07 millones de pasajeros entre sus diferentes destinos, que abarcan todas las combinaciones posibles de las paradas situadas entre A Coruña y Vigo. El dato suponía un 13,5% más que todo el pasaje que se desplazó por el Eje Atlántico en 2014. O, lo que es lo mismo, un repunte de 365.000 viajeros en tan solo un año. Pero la demanda sigue en aumento. En los doce meses siguientes -de abril de 2016 al de este año- se movieron por el corredor ferroviario 3,31 millones de pasajeros, lo que representa un incremento del 7,8%. En total, si se compara con el último año en el que los trenes en el corredor operaron antes de su mejora (2014), el aumento alcanza el 22,4%: 1.600 usuarios más cada día.

En la actualidad hay tres grandes servicios en el corredor que vertebra Galicia: los Avant, que solo cubren el trayecto A Coruña-Santiago de Compostela-Ourense; los trenes convencionales, que mantienen los tiempos que se ofrecían antes de abril de 2015 y paran en una docena de estaciones y apeaderos entre A Coruña y Vigo; y los que se estrenaron hace dos años con tiempos más competitivos. De todos ellos son estos últimos los que presentan un mayor éxito.

Tipo de servicios

Según los datos que maneja Renfe, a lo largo del último año se subieron a bordo de los servicios rápidos más de 1,74 millones de pasajeros. Muy por encima de los 679.000 que emplearon los trenes Avant y los 890.000 que recurrieron a los servicios más lentos, existentes ya antes de 2015.

Estas nuevas conexiones presentan dos particularidades. La principal es que acortan de forma considerable los tiempos de viaje. En el trayecto entre A Coruña y Vigo, los servicios antiguos llegan a demorarse hasta 133 minutos, mientras que los rápidos realizan el recorrido en solo 80. Con esas marcas, la opción del ferrocarril gana atractivo frente a los desplazamientos en autobús o coche. En este último caso el viaje se ve gravado además por los peajes en la autopista.

La segunda característica de los convoyes que empezaron a operar entre A Coruña y Vigo hace dos años es que se detienen solo en las principales localidades. En su trayecto entre la estación coruñesa de San Cristóbal y la viguesa de Urzáiz paran en Santiago, Vilagarcía y Pontevedra -algunos amplían sus servicios y operan en Cerceda-Meiramama, Padrón-Barbanza, Arcade y Redondela-. Bastantes menos que las paradas que realizan los servicios antiguos, que dejan y recogen pasaje en una decena de municipios: Cerceda-Meirama, Santiago, Padrón, Pontecesures, Catoira, Vilagarcía, Pontevedra, Arcade, Redondela-Picota y Redondela. El precio de sus billetes es más barato que el de los trenes rápidos.

Además de modernizar el Eje Atlántico, en los últimos años Renfe empezó a comercializar servicios con enlace que permiten llegar a otros destinos -dentro o fuera de Galicia- con un único billete. Desde que la operadora ferroviaria empezó a prestar ese servicio lo han utilizado ya más de 104.000 personas.