La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en A Coruña reforzó ayer la vigilancia durante la noche de San Juan con controles masivos de velocidad, alcohol y drogas en distintas localidades de la provincia, sobre todo en las zonas con más hogueras y en las que esta celebración tiene más reconocimiento, y por tanto, cuenta con mayor afluencia de gente. Los agentes desaconsejan en noches como la de ayer usar los vehículos particulares debido a la peligrosidad que supone el aumento de desplazamientos.

La sanción por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas puede alcanzar los 1.000 euros y acarrear la pérdida de seis puntos en el carné. También puede constituir un delito de la seguridad vial con penas de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses y la retirada del permiso de conducción desde uno a cuatro años.

Además de los controles específicos por las celebraciones de San Juan, la Dirección General de Tráfico intensificará este fin de semana los controles de alcohol y drogas entre los conductores de todo tipo de vehículos, y sobre todo en carreteras convencionales y en tramos frecuentados por ciclistas. El incremento de los controles es una de las medidas anunciadas por Tráfico para tratar de reducir los siniestros en fines de semana que este año han costado la vida a 21 ciclistas. En Galicia, entre 2012 y el pasado mes de abril murieron ocho usuarios de bicicleta en carretera; 491 resultaron heridos, 123 de carácter grave.

Por otra parte, miembros de la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym) participaron ayer en un control en el peaje de la AP-9, en el concello coruñés de Fene, que se enmarca en la campaña anual de la DGT para presentar a los conductores las crudas consecuencias de infracciones como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol o saltarse un semáforo en rojo. El control se realizó en el kilómetro 24 de la autopista, en sentido Ferrol, y contó, por décimo año consecutivo, con la colaboración de afectados por lesiones medulares.

No corras. No bebas. No cambies de ruedas es el lema del tríptico informativo que reparten y con los que tratan de concienciar del riesgo que se corre de quedar en una silla de ruedas si no se respetan las reglas en la conducción.

En el inicio de la campaña estuvieron el subdelegado del Gobierno, Jorge Atán; la coordinadora de Tráfico en Galicia, Victoria Gómez Dobarro; y el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en la comunidad, Javier Molano. Los voluntarios aportaron a los conductores sus experiencias personales con el objetivo de sensibilizarles y concienciarles de la necesidad de respetar las normas de seguridad vial para evitar un accidente o minimizar sus consecuencias.

Se trata de una campaña estatal con controles en 23 provincias, entre ellas A Coruña y Lugo. Para el director de la DGT, Gregorio Serrano, estos controles preventivos son "imprescindibles" para "sacar de la vía a los automovilistas que se ponen al volante tras consumir algún tipo de sustancia estupefaciente, no solo por el mayor riesgo que tienen de sufrir un siniestro, sino porque en estos casos la mortalidad y la gravedad de las lesiones también son mayores".

El año pasado más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y drogas en las vías interurbanas españolas. En lo que se refiere a las pruebas realizadas en la comunidad gallega, 10.190 automovilistas fueron denunciados por circular tras consumir bebidas alcohólicas, aunque representan un 8% menos que en 2015. En el test de drogas, sin embargo, dieron positivo 4.873 conductores, lo que supone un 50% más que los registrados el ejercicio anterior.

La memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología revela que de los automovilistas fallecidos en un accidente de tráfico, el 43% habían ingerido alcohol, drogas o psicofármacos. En la misma línea, un estudio pionero realizado de forma conjunta entre el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil revela que uno de cada tres conductores responsables de accidente mortal en la comunidad -bien fallecido o herido- superaba la tasa permitida de 0,25 miligramos por litro o había consumido alguna sustancia estupefaciente. El porcentaje se eleva hasta el 45% si se tiene en cuenta también la ingesta de psicofármacos.