La ausencia de los tres "alcaldes del cambio" provocó que ayer el plenario de En Marea contase con 240 inscritos, la mitad de participantes que en la última asamblea celebrada hace ocho meses. Sin los críticos en la sala, su portavoz, Luís Villares, impuso sin apenas oposición su estrategia de cara a las elecciones municipales y la propuesta para reforzar el control sobre los diputados de En Marea en Madrid. La formación se ofrece a coordinar y amparar las candidaturas de las mareas locales de cara a las elecciones municipales de 2019. La idea es ejercer de "paraguas instrumental" para sumar los votos de las candidaturas de unidad popular con la vista puesta en aumentar su peso en las diputaciones. Se insistió en que se hará siempre respetando la "autonomía" de las mareas.

En el texto definitivo se incluyeron enmiendas de un grupo de inscritos afines a Compostela Aberta que modificaron un punto del documento original relativo a la elección de los representantes en los entes provinciales. Así, a diferencia del método de "sufragio universal" propuesto por la dirección, el texto final establece que el procedimiento será consensuado por las mareas en cada partido judicial. Con todo, la dirección no quiere que las mareas que no se unan al "paraguas" instrumental queden apartadas, por lo que llama a cuidar las relaciones con estas fuerzas que decidan no incluirse en la fórmula jurídica acordada.

A las ausencias al plenario de los tres "alcaldes del cambio" se sumaron las de la líder de Podemos en Galicia, Carmen Iglesias, que sí estuvo en el encuentro de hace ocho meses y la coordinadora de Esquerda Unida, Yolanda Díaz. De los diputados del Congreso asistieron Miguel Anxo Fernán Vello y Alexandra Fernández. También acudió al plenario el exsecretario xeral del BNG, Xavier Vence. Consciente de que faltaba una parte importante del espacio, Villares les lanzó un mensaje: "Si andamos con líos entre nosotros no le damos esperanza a los ciudadanos". Advirtió de que la gente "premia la unidad" y, por eso, les instó a sumar "desde el trabajo y la lealtad". "Hay un problema con las siglas", reconoció Villares. "¿Cómo que nosotros o vosotros? ¿No somos lo mismo? Tiene que haber integración", clamó en la clausura del plenario. En alusión a Podemos, que quiere que su nombre figure en las candidaturas de las mareas de las ciudades donde no haya un proyecto consolidado, Villares señaló que si una marca es representativa es la que tiene que ver con la marea "en cualquier de sus fórmulas".

En la anterior asamblea de En Marea, Villares obtuvo una exigua victoria al imponer sus tesis con el 55% de votos. El exmagistrado decidió aliarse con las corrientes minoritarias para continuar como portavoz único frente al planteamiento de los regidores de A Coruña, Santiago y Ferrol, que proponían una dirección con tres cabezas visibles. Villares se quedó entonces sin el apoyo de los alcaldes, Anova, EU y Podemos.

El portavoz de En Marea dejó claro que no reniega de ningún partido ni corriente: "Todos suman desde el trabajo y la lealtad". Y, por eso llamó a "no perder ningún esfuerzo" y que "nadie de los que impulsaron En Marea quede fuera del proyecto". "La unidad le da miedo al PP. Juntos somos invencibles", proclamó. Pero a esta llamada a la unidad, le sumó una advertencia: "Si tenemos ideas comunes, las compartimos; si tenemos ideas diferentes, las dejamos fuera del horario de oficina".