Uno de los restos arqueológicos más antiguos del monte Pindo, una inscripción que data del siglo XII ubicada en el conocido como pico do Penafiel, apareció con varias pintadas de spray. Los hechos fueron denunciados ayer por la Asociación Monte Pindo Parque Natural al ser descubiertos el pasado domingo cuando realizaban una visita por la zona en compañía del periodista y arqueólogo Manuel Gago para seguir investigando sobre los vestigios de este macizo granítico. La entidad cree que los daños provocados pueden ser "irreversibles", aunque está a la espera de la valoración de los expertos.

La inscripción que se encontraba en esa roca fue ordenada en el año 1130 por el primer arzobispo del Reino de Galicia, Diego Xelmírez, excomulgando al castillo de ese lugar. Los defensores del monte Pindo aseguran que supone un "caso único en Galicia de excomunión de un lugar físico, y por lo tanto, a toda persona que entrase en él, debido a que toda la zona fue un importante lugar de conspiraciones políticas de la época".

Además de las palabras indescifrables que aparecieron sobre el pico Penafiel, a escasa distancia fue descubierta otra pintada en la que se puede leer Rojo, de ese mismo color y similar a la otra, por lo que se supone que es obra de los mismos autores.

La Asociación Monte Pindo Parque Natural ya informó de los hechos al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y a la Dirección de Patrimonio de la Xunta para localizar a los responsables del atentado y espera que sobre ellos "recaiga todo el peso de la ley". También pide la colaboración ciudadana para que le ayuden a encontrar a los autores.

El secretario de la Asociación Monte Pindo Parque Natural, Mario Maceiras, asegura que se trata del "mayor ataque de la historia" al bautizado Olimpo Celta por el escritor Otero Pedrayo, por lo que confía que las autoridades encuentren a los responsables. "De nada sirve que docenas, cientos o miles de vecinos, expertos y amantes del monte Pindo nos esforcemos por cuidar y dar a conocer este monte, si cualquier energúmeno, un simple perturbado, puede tirar de spray y garabatear libremente en la piedra milenaria aquello que le venga en gana, sin ninguna consecuencia", subraya Mario Maceiras.

El secretario de la entidad defensora del monte insiste en que, aunque es "difícil discernir lo que es verdad de lo que se convirtió en leyenda", este enclave es fundamental para conocer la historia, en la que el arzobispo Xelmírez fue una figura crucial. Lamenta así que casi mil años después "un bárbaro de los tiempos modernos alcumado Rojo se sirvió del abandono de uno de los lugares más importantes de la historia para arrebatarnos este legado vivo de nuestra memoria, convertida ahora en una herida sangrantes de pintura roja por la que el monte Pindo, transmutado ahora en víctima apaleada y rehén, clama venganza y también justicia".

La Asociación Monte Pindo Parque Natural lleva casi un año reivindicando la protección de este espacio. Numerosas entidades, arqueólogos y expertos exigen a la Xunta que declare el macizo granítico como parque natural, lo que también permitiría su protección, y además supondría un importante atractivo turístico para los visitantes. El denominado Olimpo Celta, ubicado a escasa distancia de la cascada del Xallas, ya es uno de los lugares más visitados de A Costa da Morte.