Albada, la concesionaria del tratamiento de residuos en la planta de Nostián, dejará de tratar la basura de los nueve municipios del Consorcio As Mariñas a partir de hoy, ya que el ente supralocal no reconoce la deuda de más de un millón de euros reclamada.

De hecho, el presidente del consorcio, José Antonio Santiso, no solo rechaza la pretensión de la gestora de Nostián sino que considera una "infracción muy grave" la decisión de la empresa de modificar de forma unilateral el contrato. Así lo reflejó en una resolución firmada ayer y enviada a la concesionaria, en la que advierte a la empresa de que, si deja de prestar el servicio, el ente exigirá "las responsabilidades contractuales y económicas que procedan, así como las penales si fuere el caso".

La compañía que gestiona Nostián habilitó ayer dos compactadoras a la puerta de la planta para que el consorcio recogiera los rechazos resultantes tras el tratamiento de los residuos urbanos. El traslado de los mismos, hasta ahora, al vertedero de Sobrado dos Monxes es lo que provoca el sobrecoste que Albada reclama desde el mes de enero al organismo comarcal -170.000 euros al mes- y que este se niega a pagar. El anterior Gobierno local de A Coruña, antes de las elecciones municipales, aceptó pagar esta cantidad sin consultar con el resto de concellos, a pesar de que su decisión es vinculante.

As Mariñas no acudió ayer a recoger los rechazos, por lo que la gestora de Nostián da el siguiente paso: no permitirá la entrada de los camiones de Cespa que recogen la basura en la comarca coruñesa. Al cierre de esta edición, Albada preveía poner en marcha la medida a medianoche.

José Antonio Santiso ha ordenado al personal administrativo del Consorcio As Mariñas que adopten las medidas necesarias para constatar y documentar el grado de cumplimiento del contrato. "Con el primer camión al que le impidan la entrada a la planta, llamamos al notario para que quede constancia", avanza el presidente del ente supralocal, de cara a la apertura de un procedimiento legal contra la compañía.

El siguiente movimiento de los municipios de la comarca será llevar los residuos a la planta de la Sociedad Galega de Medio Ambiente (Sogama). "Ya hemos hablado con ellos", explica el regidor.