El Himno Galego interpretado a tres bandas por la gaiteira Susana Seivane y las agrupaciones Queiroa y A Meda do Castro puso ayer la guinda a la emotiva despedida de Sada a su Hijo Adoptivo, recientemente fallecido, Isaac Díaz Pardo.

Medio millar de personas abarrotaron ayer la Casa da Cultura para dar su último adiós a su vecino más ilustre y arropar a su familia transcurridos quince días de su muerte.

Numerosos representantes del mundo de la cultura, las artes y la política de la provincia coruñesa se desplazaron ayer hasta Sada para homenajear al fundador de Sargadelos. Alcaldes de la comarca, como el de Cambre, Manuel Rivas, o la de Bergondo, Alejandra Pérez; la vicepresidenta de la Diputación, María Faraldo; el director del Centro Galego de Artes da Imaxe, Guillermo Escrigas o el secretario del Ateneo Republicano, Cándido Barral, entre otras muchas personalidades, se dieron cita en el homenaje organizado por el Ayuntamiento de Sada.

Uno de los momentos más emotivos de la gala, en la que participaron escolares y entidades vecinales y culturales de Sada lo protagonizó un alumno del instituto de Mosteirón que compartió varias tardes con Isaac Díaz Pardo durante los últimos años. Tras leer uno de los poemas que solía recitarle este ilustre intelectual, País, entregó a uno de sus hijos un ramo de flores para la viuda, que no pudo asistir. "Era como mi segundo abuelo", confesó este joven amigo del intelectual, visiblemente emocionado.

El acto de homenaje estuvo presentado por la periodista Mónica Martínez Lema y arrancó con la interpretación de Negra Sombra a cargo de la rondalla de la Sociedad R.C.D. Durante casi dos horas, actuaciones musicales de la asociación de músicos Sada Rock, la coral San Martín de Meirás y la proyección del documental Isaac, de Xosé Abad, jalonaron la despedida de Sada a su Hijo Adoptivo.