-¿Aspira a seguir la próxima legislatura?

-No. He hablado con mis compañeros que solo en una situación de catástrofe de la agrupación estaría. Yo creo que he cumplido una etapa y hay que dar paso a gente nueva porque va a haber competencias nuevas en los concellos.

-¿Qué objetivos se marca para lo que queda de mandato?

-En esta situación económica grave, dejar al Ayuntamiento en buena situación, tratar de cumplir, como hasta ahora, con las competencias básicas y sobre todo terminar el plan general de ordenación urbana, que llevamos muchos años pendientes y creo que esta legislatura será la definitiva.

-¿En qué punto se encuentra?

-Está pendiente del informe previo de la Xunta. Calculamos que a finales de junio puede estar aquí y a partir de ese momento hay que ver qué condicionantes trae y hacer las modificaciones. Después, aprobarlo provisionalmente en pleno y someterlo a información pública.

-¿Cuándo calcula que podrá estar expuesto?

-Depende del informe. Si es favorable, la idea es que en septiembre, y si hay que hacer cambios, pues el tiempo que nos lleve, pero calculo que para noviembre.

-¿La situación económica obligará a renunciar a proyectos?

-Se van a poder mantener los objetivos de esta legislatura salvo terminar el centro cultural en La Cros, aunque vamos a intentar rematar algunas naves. Si dejáramos el proyecto al menos encarrilado, aprobado por el Estado, aunque se materializara en varios años...

-En cuanto a Alvedro, ¿tiene noticias de que Fomento estudie parar o revisar algún proyecto?

-Toda la información que tengo es que algo se ha reducido de la anualidad de 2012, porque parecía que iba a ser 20 millones de euros y ahora debe de estar sobre los 14 y pico consignados. En principio, salvo el relleno, que está llevándose a un 50%, la obra sigue al 100%.

-Le pregunto porque ahora a la situación económica se suman las dudas sobre la viabilidad de los aeropuertos gallegos.

-Yo creo que en el relleno no están corriendo demasiado. No creo que se puedan replantear las obras, porque sería un coste social brutal por el daño que se produjo con las expropiaciones de las viviendas. Yo creo que es irreversible y que ahora la obra hay que finalizarla.

-¿Qué tal la relación con los compañeros de Gobierno?

-Muy buena. No tengo ninguna queja de las relaciones que ha habido con el grupo municipal del BNG y en general tampoco con los grupos de la oposición.

-Pues últimamente están bastante críticos.

-A veces es por desconocimiento de la realidad y a veces, porque se tienen pretensiones que no coinciden con lo que debe ser una oposición normal o razonable.

-¿Ya han parado de trabajar en el Monte Costa?

-Sí. Él ahora se está llevando lo que es de él, que era una de las órdenes que se le dio.

-¿Es cierto que eran dos empresas y no una?

-No, es una empresa, que era la que tenía la certificación de la Xunta para poder... Otra cosa es que había dos empresas municipales, Gestagua y Jardincelas, que se autorizaba a depositar materiales provisionalmente, pero siempre bajo la supervisión del otro. Pero nada más. La concesionaria que tenía autorización era una.

-¿Por qué autorizó ese uso?

-Porque lo que antes había era que se vertía ahí sin control por las noches y teníamos que limpiar continuamente colchones, ruedas, uralitas... y teníamos dos opciones: cerrar con una valla perimetral o buscar una gestión del servicio que no costara. Y así lo hicimos.

-También podían prohibir que se depositaran residuos. O construir un polideportivo.

-No se podía porque es obstáculo a la navegación aérea. No se pueden levantar ni farolas ni cosas de esas. Por eso estaba pendiente de que se rebajara para poder hacer.

-¿No sospechó que le podría traer problemas?

-No.

-¿Por qué?

-Porque era un tema controlado totalmente.

-Vulneraba el acuerdo con la Diputación, que cedió el suelo para usos deportivos o culturales.

-Pero no se causa ningún perjuicio al patrimonio público. En el momento en que hubiera que desmontar se desmonta y se acabó. No tiene ningún problema.

-¿Va a reclamar que se limpie la ría de O Burgo?

-En 2010 se encargó un estudio para ver cómo estaba los vertidos pero no nos han pasado los resultados. Yo creo que no hay mucho problema. El mayor problema lo tiene A Coruña. No sé cómo está porque no me dan los datos. Ya no nos los daban los anteriores, no es porque gobierne el PP. Lo de A Coruña es un misterio, siempre ha sido un misterio.

-¿Hay trato discriminatorio?

-Sí, sí, sí, claro. Antes y ahora.

-¿Y entre los demás ayuntamientos sí conocen los datos?

-Sí. Cuando nos reunimos, nos reunimos Cambre, Culleredo, Arteixo y Oleiros. Con A Coruña la Xunta se reúne ad hoc. También pasaba con el transporte. Si vamos a firmar un convenio conjunto, ¿por qué hay que tratar individualizadamente los problemas de A Coruña?

-El presidente del Consorcio ve en el buen camino la integración de A Coruña en un nuevo ente comarcal. Usted parece verlo más lejos.

-Sí, sí. Yo la veo muy lejana porque lo que se decía antes de las elecciones de mayo y lo que se dice ahora no tiene nada que ver. Al Gobierno anterior le exigíamos poco menos que firmar al día siguiente la incorporación al Consorcio y ahora se dice "bueno, ya veremos", "vamos a ir en temas puntuales" y no sé qué. Lo único que se ha hecho es disolver la mancomunidad y eso quiere decir que el tema de mancomunar cosas va a ir para rato. Y no es lo mismo estar todos en un órgano, comprometidos con los demás, que estar al margen. Que entras o no entras. Estar en el Consorcio exige compromiso y solidaridad.