Los alcaldes de la comarca coinciden en la necesidad de que se terminen cuanto antes las obras de la Autovía da Costa da Morte, aunque tienen posturas distintas dependiendo de su color político, tal como se puso de manifiesto el pasado martes en la reunión mantenida con la plataforma para analizar este asunto. Los regidores del BNG son los más críticos con la postura de la Xunta y censuran el modelo de financiación elegido, ya que se corre el riesgo de que la empresa concesionaria no reciba finalmente el crédito que necesita para poder terminar las obras y haya que rescindir el contrato. La empresa precisa un préstamo de 175 millones para finalizar la autovía y en estos momentos negocia con cinco entidades bancarias para que cada una aporte el 20%, unos 35 millones de euros. La Xunta abonará los trabajos cuando estén terminados.

Los alcaldes del BNG (Carballo, Vimianzo y Zas) y los del PSOE (Muxía, Camariñas, Dumbría y Laxe) que acudieron a la reunión coinciden en que si la finalmente la empresa no consigue el crédito, la Xunta deberá asumir las obras para su remate y así se lo exigirán a la Administración. "Estaremos a la expectativa de lo que ocurra y se exigirá al Gobierno entrante y saliente que se finalice esta obra", resume el alcalde de Camariñas y miembro de la Plataforma por el Desarrollo da Costa da Morte, Valeriano Alonso de León.

El regidor de Carballo, Evencio Ferrero, censuró que la Xunta estuviese hasta ahora negando que las obras no estaban paralizadas "cuando hace meses que están paralizadas". "Lo que no se puede hacer es remar río arriba y negar la evidencia porque los ciudadanos da A Costa da Morte sabemos que las obras están paradas desde hace tiempo", añadió el regidor. Para Ferrero, el principal problema de este asunto es el modelo de contrato elegido, ya que si financiase directamente la Xunta en vez de adelantar el dinero la empresa no se estaría en esta situación.

Los regidores de Malpica, Eduardo Parga, y Cee, Zaira Rodríguez, también admiten la necesidad de la autovía, pero insisten en que la paralización se debe a un problema que debe de resolver la empresa y confían en que esté listo en un plazo de dos meses, tal como les comunicó el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández. "Cuando gobernó el bipartito se pusieron tres primeras piedras y ni siquiera se empezaron las obras", reprochó Parga a sus homólogos del PSOE y BNG.

Tanto alcaldes como empresarios miembros de la plataforma son conscientes de que no se cumplirán los plazos de remate previstos en el contrato, ya que el primer tramo de Agualada a Baio tendría que estar listo el 28 de febrero del próximo año, el segundo entre Agualada y Carballo el 28 de abril y el último hasta Berdoias el 28 de junio.