El Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) que el Gobierno local de Sada aprobará inicialmente este viernes recurre a diversos mecanismos para intentar legalizar las urbanizaciones que fueron autorizadas durante los gobiernos de Ramón Rodríguez Ares, el hasta hace poco primer teniente de alcalde y líder del PDSP, formación que aupó a la Alcaldía a Ernesto Anido (PP).

El exveterano exregidor, que se ha visto obligado a dimitir tras su inhabilitación por no ejecutar un derribo, autorizó durante sus sucesivos gobiernos (primero por el PP y después por el PDSP) varios desarrollos que fueron anulados por la Justicia. Entre ellos, la urbanización de Pazos, en Loureiro; la de Porto Brasa; o la de Párroco Villanueva o la de La Soleada, en Meirás. Y también las dos alturas de más del edificio de la Avenida de A Mariña 48 con orden de derribo.

La memoria justificativa del PGOM ya alude a la problemática que presenta el urbanismo de Sada a causa del desordenado crecimiento que ha experimentado el municipio. "Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que las últimas décadas se han caracterizado por un desarrollo bajo los patrones de búsqueda de la satisfacción del mercado inmobiliario más que por la mejora de las condiciones de habitabilidad y confort urbano", recoge el documento.

Para intentar regularizar la situación de los ámbitos, el PGOM se decanta en algunos casos por una legalización directa, es decir, que el planeamiento ampare directamente lo construido; o bien remite su ordenación a un plan especial o parcial a elaborar en un futuro.

Entre los casos en los que el Concello pretende ofrecer una solución directa destaca el número 48 de la avenida de A Mariña o el tanatorio de As Brañas, con licencias anuladas por la Justicia. En este segundo caso lo que hace el plan general es recoger el emplazamiento de la edificación existente y delimitar su espacio con respecto al vial, el motivo que propició la anulación del permiso.

Otro caso al que el Concello da prioridad es a la urbanización de Párroco Villanueva (la Unidad de Ejecución 8 de las normas subsidiarias). El documento incide en la necesidad de regularizar la situación de este ámbito, con dos edificios paralizados por el Concello en el mandato de BNG-PSOE por incumplir las licencias; y los inmuebles finalizados sin licencia de primera ocupación dado que la promotora no ejecutó las obras de urbanización (el sector carece aún de los viales interiores y zonas verdes).

Para intentar regularizar este ámbito, el PGOM amplia la superficie de esta unidad de actuación (UE-8) y la incluye en un polígono de suelo urbano no consolidado de mayor superficie, con lo que obtendría más aprovechamiento total y podría legalizar lo construido de más. Mientras que en la mayoría de los casos el plan general remite la ordenación detallada a la elaboración futura de planes especiales, en el caso de Párroco Villanueva ya incorpora la planificación, que incluye viarios, superficie edificable, zonas verdes...

En esta nueva ordenación, el PGOM incluye la cesión al Concello de una antigua casa en estado de semirruina y que forma parte de los bienes catalogados. Esta vivienda posee en su fachada un escudo muy característico y es propiedad de la promotora mayoritaria de la zona y la cederá al Concello como equipamiento. A cambio, también obtendrá más aprovechamiento en el sector. En este polígono de suelo urbano no consolidado se prevén tres nuevos edificios con un total de 7.101 metros cuadrados y dispone de una edificabilidad total de 20.469 metros cuadrados, mientras que las normas subsidiarias la fijaban en 17.130 metros cuadrados.

El plan general remite a futuros planes la legalización de otras urbanizaciones, como las de O Loureiro, en Pazos; La Soleada, en Meiras o Porto Brasa, en O Fiunchedo. Todas ellas con las licencias anuladas por la Justicia y amenazadas por el derribo.

Uno de los edificios que más polémica ha suscitado durante este mandato será también objeto de una actuación prioritaria en el PGOM. Se trata del edificio 48 de la Avenida de A Mariña. El Gobierno local ya había avanzado su intención de legalizar las dos plantas en exceso. Lo hizo tras suspender el desalojo de este céntrico inmueble después de que la empresa contratada renunciase a ejecutar las obras de derrumbe. Y ahora se propone alejar para siempre la piqueta del inmueble.

La opción que ofrece es excluir este edificio del Plan Especial de Protección de A Tenencia, a elaborar en un futuro y que fijará la ordenación permitida en el ámbito. Pese a ocupar un lugar predominante de la plaza de A Tenencia, el PGOM lo incluye en un sector al que se le aplica otro tipo de ordenanza.

Este edificio será así el único del barrio de A Tenencia que no se rija por la ordenanza número cuatro, que fijará las alturas permitidas. El Concello lo adscribe a la normativa 1 y espera poder concederle así la licencia para la ampliación de las dos plantas construidas de más en una parte del inmueble.

El pleno aprobará el plan general de forma inicial el próximo viernes. El Concello abrirá entonces un período de dos meses de exposición al público y, a continuación, lo remitirá a la Xunta, que deberá dar su visto bueno a la propuesta para legalizar las urbanizaciones mencionadas.

De hacerlo, no supondría una legalización inmediata, ya que un plan general no puede regularizar por sí mismo una urbanización con licencia anulada. En los casos en que la Justicia haya declarado nulo un permiso, la última palabra la tendrían los jueces, que deberán determinar si es válida la propuesta y, en ese caso, autorizar un nuevo permiso.

El primer obstáculo que deberá superar ahora el Concello es el trámite de exposición pública. Y de alegaciones.