El equipo redactor del Plan General de Ordenación Municipal de Sada realiza un pesimista diagnóstico del urbanismo que se ha desarrollado en el municipio en los últimos años. El estudio Monteoliva recoge en su memoria que la "realidad de Sada es, desgraciadamente, irreversible en ciertos aspectos" que tienen una "incidencia directa y negativa sobre el territorio", lo que, indica, "conduce a un planeamiento que, forzosamente, debe cargar en sus espaldas con errores del pasado".

El PGOM aprobado inicialmente incorpora estas "cargas" y trata de articular mecanismos que favorezcan su legalización. Como muestra, varias urbanizaciones que han sido anuladas por la Justicia y que ahora el Concello pretende regularizar a través del plan general. Precisamente, a punto de cumplirse un mes de la aprobación inicial del documento, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha dado carpetazo definitivo a cuatro de los desarrollos más polémicos autorizados en 2005 por el hasta hace poco primer teniente de alcalde, Ramón Rodríguez Ares, y el ahora concejal de Obras, Emilio Gómez, entonces responsable de Urbanismo. Los jueces han anulado cuatro permisos para la construcción de bloques de viviendas en varios ámbitos de suelo de núcleo rural con la consideración de suelo urbano. El fallo afecta especialmente a la urbanización de Os Tornos, La Soleada, en la parroquia de Meirás. De los cuatro permisos, fue el único que no fue paralizado cautelarmente y amparó la ejecución de 24 viviendas sobre las que sobrevuela ahora la sombra de la piqueta. Su caso guarda ciertas similitudes con el de la urbanización O Loureiro, en Pazos, compuesta por diez chalés pareados y autorizada también durante el mandato de Rodríguez Ares, que también ha sido anulada por la Justicia por contravenir la normativa de núcleo rural, al excederse en edificabilidad y en la densidad máxima de viviendas permitida. Como ya informó este diario, en ambos casos, el Concello pretende ahora legalizarlas a través del PGOM.

Su propuesta, que deberá obtener en primer lugar el visto bueno de la Xunta, pasa por remitir la ordenación de O Loureiro a un futuro plan especial que le permita ampliar superficie y, por tanto aprovechamiento. Para esquivar la piqueta en Meirás, incluye una disposición para ampliar la densidad máxima de viviendas por hectáreas.

El auge de las viviendas plurifamiliares en suelo de núcleo rural con autorización del Concello durante 2005 fue precisamente uno de los principales motivos que empujó a la Xunta a suspender la normativa urbanística de Sada. Fue precisamente el Gobierno gallego, junto al BNG, los últimos permisos que el TSXG ha anulado.