Culleredo cede un local en O Burgo para la apertura de una oficina de Correos. La empresa deberá pagar un canon de 600 euros al año por la ocupación del espacio, ubicado en la antigua Casa da Xuventude. El Concello, que aprobó ayer la cesión en junta de Gobierno, confía en que la puesta en marcha del servicio, que durante años reclamaron los vecinos, será "inminente" una vez que se firme el convenio y se prepare el espacio para adecuarlo a su nueva actividad ya que, asegura, la empresa se ha mostrado de acuerdo con las condiciones. Correos confirma su disposición a instalarse en O Burgo y asegura que su intención es poner en funcionamiento la estafeta "cuanto antes".

Los términos de la cesión se recogen en un convenio, todavía por firmar, que tendrá una vigencia de doce años, aunque ampliable a 24. El local, ubicado en la calle Alfonso VII de O Burgo, tiene una superficie de 34 metros cuadrados. La empresa postal, además pagar 600 euros al año, deberá encargarse de los trabajos de adecuación de la instalación y asumirá los gastos derivados del uso del inmueble, como facturas de luz, agua o seguros.

El Gobierno municipal defiende que el local elegido para la estafeta disfruta de una ubicación "muy buena", "en el centro de O Burgo", lo que "favorecerá la movilidad de los vecinos", augura. Correos afirmó ayer que permanecía a la espera de que el Ayuntamiento le comunicase de modo oficial que había aprobado definitivamente la cesión y que, una vez se le notifique, procederá a adaptar el local para comenzar a prestar el servicio en cuanto sea posible.

El acuerdo de Correos con el Ayuntamiento llega tras años de reclamaciones de los vecinos en demanda del servicio, la última, el pasado 26 de marzo antes las oficinas centrales de la empresa en A Coruña. Los residentes en O Burgo denunciaron la necesidad de una estafeta en su zona, ya que la más próxima se encuentra en Vilaboa. Residentes en el núcleo cullerdense han reivindicado el servicio en sucesivas movilizaciones desde 2007. La asociación O Noso Burgo asegura que tras la primera concentración, hace seis años, los vecinos desconvocaron las siguientes protestas que tenían previstas porque la empresa se comprometió a abrir la solicitada oficina. Pasó un año, relata la entidad vecinal en un manifiesto, también del mes pasado, sin trazas de una estafeta. La empresa alegó motivos económicos para justificar su negativa a comprar y, después, a alquilar un local. Los vecinos criticaron que la empresa no prestase servicio en O Burgo cuando disfruta de un local gratis cedido por el Ayuntamiento para la oficina de Vilaboa.